Opinión de gerentes generales de sus directorios

Luis Hernán Paúl

Producto de las diversas crisis empresariales ocurridas en el último tiempo han surgido tanto en el extranjero cómo en Chile diversas opiniones sobre el funcionamiento de los directorios de empresas de parte de reguladores, políticos, académicos y dueños, controladores y directores de empresas.

Sin embargo, en la discusión que se ha dado la voz de los gerentes generales no ha aparecido mayormente, por el evidente conflicto que les genera opinar sobre los directorios de los cuales dependen.

Personalmente me ha tocado conversar del tema con diversos gerentes generales y me he quedado con la impresión que su visión sobre el funcionamiento de los directorios en general es más negativa que la que tienen los propios directores. En efecto, varios ven sus directorios como una instancia que quita mucho tiempo a la administración y aporta poco valor a la empresa.

La principal razón que invocan para justificar esta opinión es que estiman que muchos directores no hacen debidamente su trabajo, argumentando entre otras cosas que no entienden bien el negocio, llegan poco preparados a las reuniones de directorio, siguen la opinión de otros directores y entregan opiniones poco fundamentadas. Otro aspecto delicado que mencionan es que los directores a veces parecieran estar más preocupados de mantenerse en su función que de realmente actuar en favor de los intereses de la compañía.

En mi condición de director de empresas la visión anterior me genera diversas reacciones.

Por una parte comparto la percepción de que hay directorios que no operan bien y creo que ello en algunas empresas es fundamentalmente responsabilidad de sus presidentes y/o miembros de los directorios, algunos de los cuales no ejercen debidamente la labor de dirección que les corresponde desempeñar. En otras compañías, me parece que la responsabilidad cae más en los dueños y/o controladores, los cuales están acostumbrados a ejercer ellos directamente la labor de dirección, lo que lleva en la práctica a que los directorios de sus empresas cuenten con poco espacio para aportar valor.

Pero también creo que hay compañías en las que los gerentes generales tienen una cuota de responsabilidad. Esto se da por ejemplo con gerentes que no entregan la debida información y análisis a los directores o bien cuando dedican el grueso del tiempo de los directorios a la rendición de cuentas, la cual es una labor importante pero insuficiente para que los directores puedan aportar valor. También hay compañías en que a los gerentes no les gusta que los dueños, controladores y/o directorios ejerzan la labor de dirección antes planteada, así como otras en que los gerentes ocultan los problemas y entregan a los directores una visión sesgada de la gestión de la empresa.

Dado lo anterior, me parece fundamental que exista un acuerdo entre los dueños o controladores, directores y gerentes generales sobre las funciones que se espera que cumplan los directorios. Estoy pensando en términos prácticos si se busca que ejerza fundamentalmente un rol de supervisión y que la administración le rinda cuentas, lo cual es un poco la visión tradicional bajo la cual operan algunos directorios o si se prefiere que el directorio siga un enfoque más moderno y se involucre además en las actividades que aportan mayor valor, entre las cuales las más importantes normalmente son de la gestión en los planos estratégico, financiero, riesgos, talento y reputacional.

Por lo tanto pienso que los directorios sí pueden aportar valor pero para ello es indispensable que los dueños o accionistas controladores, directores y gerentes generales tengan una visión común respecto del rol que a cada cual le corresponde desarrollar.

Dicha visión común la veo presente en cada vez más compañías por lo que tengo confianza en que la tendencia a mejorar el funcionamiento de los directorios que se ha observado en los últimos 15 años va a continuar a futuro. Se trata sin duda de una labor en la cual estamos a mitad de camino pero creo que vamos en la dirección correcta.