Luis Larraín

¿Sólo rostros?

Por: Luis Larraín | Publicado: Jueves 18 de julio de 2013 a las 05:00 hrs.
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Luis Larraín

Economistas democratacristianos de la talla de José De Gregorio, René Cortázar y Guillermo Larraín se han incorporado a los equipos programáticos de Michelle Bachelet. Lo han hecho también Eduardo Engel y Eduardo Bitrán, figuras de reconocido prestigio técnico.



Todos ellos apoyaron a candidatos de la Nueva Mayoría distintos a Bachelet en las elecciones primarias y tuvieron planteamientos programáticos sustancialmente distintos a los de la abanderada que representará a esa coalición.

La pregunta que la ciudadanía tiene derecho a hacerse ahora es si estas figuras van a ejercer alguna influencia sobre el proyecto que presentará Bachelet al país, o si su presencia en el Comando es meramente decorativa y está llamado a calmar las expectativas de mercados que han comenzado a mostrarse nerviosos con la radicalidad de las propuestas de la ex presidenta.

Es una pregunta pertinente. Michelle Bachelet ha centrado su campaña en tres reformas fundamentales: cambios a la Constitución, reforma tributaria y gratuidad en educación superior.

Partamos por la educación: vale la pena decir que la gratuitad total en la educación superior tiene un costo anual del orden de 
US$ 6.000 millones. De ese total, los estudios superiores libres de pago para el 20% más rico de la población le costarían al país más de US$ 1.500 millones. Tanto Claudio Orrego como Andrés Velasco fueron categóricos en manifestar su discrepancia con la gratuidad de los estudios universitarios para los ricos, financiadas con recursos provenientes de los impuestos que pagan todos los chilenos. Era esa por lo demás la postura de la misma Michelle Bachelet hasta no hace mucho tiempo, antes de que fuera notificada por los dirigentes del movimiento estudiantil que su radical ideología de la educación como un derecho no admitía que alguien pudiera pagar la universidad, porque por los derechos no se paga.

¿Qué dirán Cortázar, De Gregorio y Larraín de esto? ¿Cómo reaccionarán Engel y Bitrán? ¿Lucharán por cambiar esa injusta y regresiva medida hasta sacarla del programa de gobierno de la Nueva Mayoría, o renunciarán a sus principios y convicciones aceptando que una propuesta tan central en la plataforma presidencial de Michelle Bachelet sea llevada adelante?
En materia tributaria, estamos ante una situación distinta, pero que también exige definiciones a estos economistas. Si bien todos los precandidatos de la Nueva Mayoría han estado de acuerdo en modificar la estructura tributaria, aumentando la carga, los contenidos específicos de sus propuestas difieren. Andrés Velasco se mostró contrario a eliminar el FUT, el a estas alturas famoso Fondo de Utilidades Tributables, reconociendo su vital rol en la formación de ahorro en nuestra economía. Propuso una alternativa consistente en hacer pagar intereses a los contribuyentes que si bien es discutible (quién es propietario de esos recursos, esa es la cuestión) es conceptual y cuantitativamente distinta a la propuesta de Bachelet. Un economista profesional como José De Gregorio, con el prestigio académico que tiene, podrá discutir cuál es la magnitud del efecto adverso del aumento del impuesto a las empresas sobre la inversión, pero no cometerá la sandez de afirmar que el aumento en la carga tributaria provocará un aumento de la inversión.

En materia de reformas constitucionales, vale la pena consignar que es creciente la importancia que en todo el mundo los economistas dan a las instituciones. Ello admite por cierto diferentes posiciones acerca de cuáles son las instituciones más adecuadas para darle un marco propicio a las mejores decisiones económicas. Pero en lo que sí podemos estar de acuerdo es que no necesitamos planteamientos como que la Constitución habrá de cambiarse por las buenas o por las malas; o como las que recientemente ha planteado el ex presidente Ricardo Lagos al señalar que los cambios constitucionales deben realizarse no sobre la base de lo que tenemos, sino a partir de una hoja en blanco.

Los nuevos rostros del Comando de Michelle Bachelet tienen la palabra.

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