Matko Koljatic

El teorema de Baglini

Por: Matko Koljatic | Publicado: Jueves 24 de octubre de 2013 a las 05:00 hrs.
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Usted se estará preguntando por el título de esta columna ya que probablemente jamás escuchó antes hablar de este teorema. Por razones académicas recientemente estuve en Buenos Aires y ahí descubrí que llaman teorema de Baglini a un concepto que sostiene que el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o dirigente político es inversamente proporcional a su distancia al poder. El teorema fue enunciado en 1986 por Raúl Eduardo Baglini, entonces diputado de la Unión Cívica Radical.



Existen, a su vez, algunas variantes del teorema, a saber:
1.- Cuanto más lejos se está del poder, más irresponsables son los enunciados políticos; cuanto más cerca, más sensatos y razonables se vuelven.

2.- Las convicciones de los políticos son inversamente proporcionales a su cercanía al poder.

3.- Cuanto más se acerca un político al poder más se aleja del cumplimiento de sus promesas de campaña.

Por cierto, el teorema no está demostrado, pero suena verdadero. Considere, por ejemplo, las propuestas de políticas públicas de algunas candidaturas presidenciales que por lo que dicen los sondeos de opinión pública no tienen chance alguna de ganar en las próximas elecciones. Hasta ahí, todo cuadra con el teorema: a menos probabilidades de ser elegida(o), más extremas son las propuestas. Ello hace que estas candidaturas llamen la atención de la opinión pública y que por un tiempo breve obtengan alguna notoriedad para finalmente desaparecer sin dejar rastro. 
Pero, ¿cómo se explica las posturas de la candidatura que el termómetro electoral muestra como favorita? A falta de un programa de gobierno que explique en profundidad lo que se pretende hacer y remitiéndonos a las “cuñas” - esas frases breves para la TV que resumen las posturas de los candidatos- se comprueba que esa candidatura plantea romper en forma disruptiva con algunas políticas públicas que han sido claves en las últimas décadas y que le han dado a Chile buenos resultados.

Entonces, ¿qué podemos pensar? ¿Será que el teorema está obsoleto? ¿Será que para quienes pretenden ejercer el poder -y tienen altas probabilidades de lograrlo- lo que lo que era extremo, ya no lo es? Como preguntaba un lúcido expositor en Enade hace un par de años: ¿qué es lo que no estamos viendo?
Hay evidencias en la experiencia reciente de la misma Argentina que parecen demostrar que en ese país el teorema dejo de funcionar. A pesar que la Presidenta Fernández ha tenido un poder casi omnímodo, las decisiones de políticas públicas de su gobierno, quizás por su afán de eternizarse en el poder, se han caracterizado por un populismo desmedido. Para “profundizar el modelo”, el gobierno K ha llevado al país trasandino a una situación que bordea una nueva debacle socio-económica. Asi lo predicen una serie de indicadores: la inflación (cerca de 30 % anual a pesar del congelamiento de precios de Guillermo Moreno), la cotización del dólar (más de 60% por sobre el cambio oficial), el enorme déficit energético (sobre US$ 10.000 millones en subsidios a la importación de combustibles), el vaciamiento de las reservas del Banco Central (más de US$ 10.000 millones desde que se estableció el cepo cambiario), la caída de producción de la YPF nacionalizada, los insostenibles subsidios al transporte y en particular a Aerolíneas, etc.

Puede que el teorema haya dejado de funcionar, pero lo que está claro es que las políticas populistas que le dieron al kirchnerismo réditos políticos en el corto plazo, han llevado al país a una situación en que se necesita cirugía mayor. Hay que esperar solo hasta las elecciones legislativas de este domingo para comprobar si esas mismas políticas populistas llevaran al peronismo K, paradójicamente, a perder el poder.

Respecto a la aplicabilidad del teorema a Chile, solo cabe esperar. Estoy sin embargo, optimista. Pienso que sea quien sea que gane la próxima elección presidencial, tendremos políticas públicas razonables que seguirán conduciendo al país por la senda del progreso.

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