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Mercados mundiales, de la euforia a la histeria

Mauricio Cañas Director ejecutivo de Estrategia de BTG Pactual Wealth Management

Por: Mauricio Cañas | Publicado: Viernes 12 de octubre de 2018 a las 04:00 hrs.
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Mauricio Cañas

Considerando la reciente caída en el mercado a nivel global, es necesario repasar los fundamentos que explican los movimientos que hemos visto en las últimas semanas y, de paso, despejar si estamos ante una eventual corrección más pronunciada en el corto plazo.

Existen tres grandes fuerzas que han sostenido el desempeño de los últimos años a nivel global: la económica, la política y las bajas tasas de interés. Además, son dependientes entre sí y presentan diferentes perspectivas de mediano plazo.

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Por el lado económico, el impulso de crecimiento ha sido claramente liderado por Estados Unidos, mientras que en el resto del mundo la evolución y perspectivas son divergentes entre economías, pero cada vez menos auspiciosas en el margen. El Fondo Monetario Internacional realizó un recorte a las expectativas de crecimiento a nivel global y esta señal ha sido históricamente un detonante de caídas en las bolsas a nivel general. En lo inmediato, el crecimiento económico pujante y sincronizado no está en el escenario base; EEUU seguirá desmarcándose del resto del mundo en el mediano plazo y no hay signos objetivos de una recesión en el corto plazo.

Lo anterior nos lleva al lado político. El presidente Trump ha sido hábil en aprovechar la dinámica de su mercado interno y los potenciales efectos de primer orden en el avance de la guerra comercial, siendo estos mejores términos de intercambio comercial para los americanos, sin percibir aún los efectos, que claramente serán mayor inflación y una caída de la actividad.

Lamentablemente, en el camino, el dólar a nivel global ha mostrado un fortalecimiento más allá de sus fundamentos, lo que en promedio siempre ha jugado en contra de la rentabilidad de los activos riesgosos, principalmente las monedas y bolsas de países emergentes. Teniendo aún espacio para aumentar la imposición de tarifas, el riesgo sigue estando balanceado para que las acciones americanas mantengan un mejor desempeño en el relativo, como ha sido la tónica en eventos de aumento de volatilidad.

Por último, el soporte de los bancos centrales con tasas de interés históricamente bajas ya no está garantizado. La FED se ha transformado en el nuevo enemigo de la administración Trump y las presiones para poner pausa al ritmo de alza de tasas han aumentado. Sin embargo, los datos inflacionarios siguen su senda alcista, y aunque aún no se ve un inminente espiral de precios fuera de control, el mercado se ha equivocado y ha subestimado por casi tres años consecutivos el ritmo de alza de tasas. En este sentido, no es irracional ver alzas adicionales en las tasas largas, con un leve empinamiento de la curva de interés en el mediano plazo.

En el camino, los mercados mantendrán su volatilidad y nos recordarán que seguimos en la parte final del ciclo.

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