Padre Hugo Tagle

Para no ahogarse en marzo

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 2 de marzo de 2015 a las 04:00 hrs.
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Y se nos apareció marzo. Un par de consejos sencillos para abordar este nuevo mes, lleno de eventos y compromisos. Antes de nada, ojalá haya tenido buenas vacaciones y no necesite "vacaciones de las vacaciones". La idea era descansar, oxigenar el alma y el cuerpo, hacer deportes, leer un buen libro, rezar un poco más. Como sea, no es tarde para recuperar el tiempo perdido. Si las próximas semanas serán de ajetreo y reincorporación al trabajo, como debe ser, propóngase que los fines de semana sean algo más reposados. No es bueno llenarse de compromisos sociales que finalmente desgastan y nos dan la sensación de tiempo perdido. Tenemos todo el año para responder a ellos. Al menos, ser selectivos y dedicarle tiempo a la familia, a los hijos, a uno mismo.


Por de pronto, abordar las obligaciones cívicas con buen humor y paciencia. Desde pago de patente, impuestos, responsabilidades académicas. Saber que es parte de las obligaciones sociales que nos hablan de un compromiso con el entorno, que no estamos solos, que la vida no son puros derechos sino deberes y compromisos. Para los cristianos y hombres de fe, el cumplir las obligaciones cívicas tiene una particular connotación: debemos ser muy celosos en su cumplimiento, ya que damos ejemplo con ello de corresponsabilidad por la sociedad y de respeto por el otro. Antes que quejarse ante el cúmulo de obligaciones sociales, debemos alegrarnos de que podemos cumplirlas. Peor sería estar en la parte de quienes por desgracia, tienen que vivir de la ayuda social. Agradezcamos de tener salud y trabajo y así contribuir a construir una sociedad más justa y fraterna.


Ordene el semestre en forma razonable, casi haciendo una "Carta Gantt" como se estila hoy, al menos interiormente. Los chilenos somos trabajólicos, pero desordenados, lo sabemos. Lo que se puede hacer en un día, terminamos haciéndolo en una semana. Pero bueno, conocemos nuestras debilidades, por lo que es más fácil corregirlas. Por lo mismo, no se ahogue en un vaso de agua y aborde sus compromisos con orden y concierto. "Calma, tiza y buena letra", que a tropezones no se llega a ninguna parte y se trabaja y el doble.


Dele tiempo a Dios. Los cristianos estamos viviendo el tiempo cuaresmal, cuarenta días acompañando al Señor en su camino hacia su pasión, muerte, pero sobre todo, resurrección. No creemos en un Dios de muertos, sino en un Dios vivo. Al final de este tiempo está la luz de la esperanza, que no se apaga. Con Cristo, todo se vive mejor, las dificultades se abordan más sabiamente y se es más feliz. Que tenga un buen mes de marzo.

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