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¿Qué podemos esperar de las futuras pensiones si se mantiene el sistema vigente sin ajustar los parámetros?

Por: María Eugenia Jiménez, directora ejecutiva de Brain Invest. | Publicado: Martes 31 de agosto de 2021 a las 15:10 hrs.
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María Eugenia Jiménez, directora ejecutiva de Brain Invest.

Hoy más que antes, es urgente aumentar el porcentaje de ahorro y de la edad de pensión, además de un eventual aporte por parte del estado, para hacer frente a la mayor expectativa de vida que tendremos con el correr de los años.

Los tres retiros sobre los ahorros previsionales les han afectado a todos en su pensión, lo que se verá agravado si se aprueba un cuarto retiro.

A quienes más daña es a las personas que están por pensionarse, porque ya no les queda tiempo para hacer mayores esfuerzos y ahorrar voluntariamente para aumentar su contribución. En cambio, quienes aún cuentan con varios años para jubilarse, pueden voluntariamente hacer APV e incrementar sus ahorros para "compensar lo que han retirado".

Lo esencial en nuestras pensiones es el monto que ahorramos, más aún el tiempo que cada uno impone-lo que se llama densidad de las cotizaciones-, y otro factor muy determinante es la rentabilidad que obtengamos de nuestros fondos a través de los años.

Pero lo que nunca se menciona en esta ecuación es la expectativa de vida de los afiliados y la de sus beneficiarios de pensión de sobrevivencia. Estas variables son muy determinantes en el monto que recibiremos al momento de pensionarnos.

Cualquiera sea el sistema de pensión que tengamos en un futuro próximo- el actual modificado, un sistema mixto con solidaridad intergeneracional u otro-, es urgente modificar los parámetros del modelo para que las pensiones se ajusten a la realidad de hoy y del futuro.

En mayo 1981 se fijaron las tablas de expectativas de vidas-hombre, mujer, cónyuge hombre, cónyuge mujer, hijos, hijos discapacitados, entre otros-, las que solo fueron modificadas en agosto de 2004, después de algo más de 23 años del inicio del sistema de ahorro individual.

El segundo cambio llegó casi después de 12 años, en junio 2016. Es decir, en un período de 35 años solo ha habido dos modificaciones en este parámetro, pese a que las expectativas de vida al momento de jubilarse para hombres y mujeres se han incrementado en un 31% y 47%, respectivamente. Si en 1981 se estimaba que los hombres de 65 años vivirían en promedio 15 años y 5 meses más, hoy la proyección es que lo harán por 20 años y 2 meses más. En el caso de las mujeres de 60 años, la expectativa inicial era de 20 años y 7 meses, pero en la actualidad es de 30 años y 3 meses.

Si ponemos en perspectiva que en un plazo de 35 años los hombres han incrementado su expectativa de vida en 31% y las mujeres en un 47%, podemos proyectar que la generación que hoy comienza a ahorrar verá aumentada su esperanza de vida en 40 años en a lo menos un 30%.

Es probable que las esperanzas de vida de las mujeres tiendan a igualarse con la de los hombres, ya que el nivel de stress que viven es similar, ambos trabajan y comparten las responsabilidades de la familia.

Esta mayor expectativa de vida que deberán financiar los afiliados tendrá como efecto una menor pensión en a lo menos un 20% de las que hoy tienen los jubilados.

Es imposible financiar una pensión que se acerque al 70% del promedio de las imposiciones si nada cambia. Para alcanzar esa meta, se requiere duplicar el porcentaje de ahorro, y si ello no es posible y es algo menor, se debe aumentar la edad legal para pensionarse.

Hoy un hombre de 65 años, con cónyuge de 62 años, sin hijos con derecho a pensión, y un ahorro de 100 millones de pesos, financia una pensión bruta de UF 17,03 (510 mil pesos brutos y 470 mil pesos líquidos).

En el caso de una mujer de 65 años con cónyuge de 68 años, sin hijos con derecho a pensión de sobrevivencia y un ahorro de 100 millones de pesos financia una pensión bruta de UF 16,45 (454 mil pesos brutos y 386 mil pesos líquidos)

Si proyectamos las nuevas expectativas de vida que tendrán hombres y mujeres a los 65 años, el monto de pensión con un ahorro de 100 millones de pesos será:

Hombres UF 13,63 (408 mil pesos brutos y 376 mil pesos líquidos)
Mujeres UF 12,90 (386 mil pesos brutos y 356 mil pesos líquidos).

Por todo lo expuesto, queda clara la urgencia de aumentar el porcentaje de ahorro, densidad de cotizaciones y la edad de jubilación, y eventualmente un financiamiento del estado para hacer frente a la mayor sobrevida de las personas hoy y en el futuro.

No hay atajos ni fórmulas mágicas. Se requiere de voluntad política para hacer estos cambios insoslayables, independientemente del sistema de pensiones que nos rija, para que el deseo mayoritario de una "pensión digna" no se aleje cada vez más de convertirse en realidad.

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