Reformar el capitalismo, tema en la agenda de Davos

El Foro Económico Mundial, que comenzó el pasado martes en Davos, con representantes de más de 70 países, tiene entre sus objetivos abordar los principales desafíos mundiales, entre los que se encuentran el fortalecimiento de la colaboración a nivel global, la revitalización del crecimiento económico, la reforma del capitalismo y la preparación para la Cuarta Revolución Industrial, un concepto que ya se instaló en las agendas de las empresas y países.

En esta nueva versión del Foro, el tema de liderazgo sensible y responsable, sin duda será la base central de la discusión, que estará marcada por el turbulento 2016 y el mensaje latente que nos dejó el rechazo hacia la globalización, evidenciado en los sorprendentes resultados del Brexit y la victoria de Donald Trump en EE.UU.

De este modo, los casi 3.000 representantes del mundo político, económico y social que asisten a esta cita debaten sobre la necesidad de responder a una frustración real de una población demandante de cambios, ante un mercado capitalista globalizado que, de una forma responsable, ofrezca soluciones justas, sostenibles y que funcionen para todos.

El mundo está cambiando a una velocidad impresionante y sin precedentes. Estamos en un punto de inflexión, en donde nuestros conceptos tradicionales de sociedad están bajo cuestionamiento y donde se están modificando de forma significativa los principales riesgos para este año, los cuales fueron presentados en el último informe de “Riesgos Globales 2017” elaborado por el Foro Económico Mundial y donde, por ejemplo, por primera vez, se encuentra entre los principales, por probabilidad, los ataques terroristas a gran escala y el robo masivo de datos. En los primeros puestos, sin embargo, se encuentran cuestiones alejadas de la economía, como el riesgo de fenómenos meteorológicos extremos, los movimientos migratorios involuntarios o los grandes desastres naturales. La necesidad de incorporar la reforma del capitalismo a la agenda mundial también ha sido una de las conclusiones destacadas del citado informe, que hace hincapié en que la incertidumbre política y una sociedad cada vez más polarizada aumenta los riesgos asociados de una débil recuperación económica y la aceleración de los cambios tecnológicos.

Hoy, claramente, existe la urgencia de comprender y responder a estos riesgos globales, promoviendo una mayor solidaridad que revitalice el crecimiento económico y el reconocimiento de la importancia de la identidad y la inclusión en las comunidades políticas, la mitigación de riesgos y explotación de oportunidades a través del fortalecimiento de la cooperación a nivel global. Los gobiernos deben ser capaces de establecer un marco estable, predecible y transparente que permita generar la confianza tanto de inversionistas, compañías y la sociedad. Son días de debate sobre cómo reforzar el crecimiento global sin dejar atrás a los ciudadanos, gestionando el cambio de manera responsable, en un contexto tremendamente volátil y disruptivo que exige a las empresas garantizar su competitividad y sustentabilidad en el tiempo.