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Seguridad

Por Padre Raúl Hasbún

Por: | Publicado: Viernes 27 de mayo de 2016 a las 04:00 hrs.
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Seguro es aquello que está libre y exento de todo peligro, daño o riesgo. De ahí que seguridad sea sinónimo de certeza, garantía de indemnidad. Cuando las normas legales de un Estado ofrecen la certeza de que serán aplicadas, se habla de seguridad jurídica. De esa certeza depende literalmente la vida de las personas y de la sociedad: todo, en ella, está construido sobre la razonable seguridad de que lo establecido se respetará, lo anunciado funcionará y lo prometido se cumplirá. Un Estado incapaz de proveer esa certeza habrá traicionado su razón misma de existir.

El concepto, obligación y garantía de seguridad permea nuestra Constitución Política, es su hilo conductor, su piedra angular, su quicio articulador. En las Bases de la Institucionalidad (cap. I), se urge el deber del Estado de resguardar la SEGURIDAD nacional, proteger a la población y a la familia y GARANTIZAR el orden institucional de la República. Su art. 19 ASEGURA a todas las personas nada menos que 26 derechos y libertades; incluyendo la SEGURIDAD de que ninguna ley regulatoria de estas garantías podrá afectar tales derechos en su esencia o impedir su libre ejercicio. Las libertades de culto, de enseñanza, de reunión, de asociación, de trabajo; los derechos de huelga, de emprendimiento económico y de propiedad están explícitamente subordinados a las exigencias del ORDEN PÚBLICO y de la SEGURIDAD NACIONAL.

El primer responsable de conservar el ORDEN PÚBLICO y garantizar la SEGURIDAD nacional es el Presidente de la República, junto con sus Ministros de Defensa Nacional y SEGURIDAD Interior. Tiene, para ello, todas las facultades necesarias, sea en tiempos de normalidad o en estados de excepción. De ahí que el primer capítulo por el que el Presidente y sus Ministros pueden ser acusados constitucionalmente sea el haber comprometido gravemente la SEGURIDAD de la Nación. Eficaz, irreemplazable ayuda para no exponerse a ello son las Fuerzas Armadas, “esenciales para la SEGURIDAD nacional”, y las Fuerzas de Orden y SEGURIDAD Pública, que existen “para GARANTIZAR EL ORDEN PÚBLICO Y LA SEGURIDAD PÚBLICA INTERIOR”. Sus Autoridades Superiores integran el Consejo de SEGURIDAD NACIONAL que asesora al Presidente en dichas materias, con libertad de expresar su opinión frente a hechos que afecten la SEGURIDAD NACIONAL.

Cualquier persona pensante residente en Chile sabe que la percepción dominante es la INSEGURIDAD. ¿Dónde, de qué, por cuánto tiempo y bajo qué garantías se puede estar aquí seguro? La calle, el mall, el colegio, la universidad, la oficina, el estadio, la casa desde su puerta son un diario monumento y tributo a la inseguridad, cuando no al terror. El útero materno arriesga convertirse en el lugar más peligroso de la República. Ni los leones en su jaula pueden estar seguros.

Don Juan Segura tendrá que sobrevivir rezando: “El Señor es mi pastor, nada me habrá de faltar”…

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