Chile y su nueva tribuna en la OIT

esde el pasado 1 de enero, y hasta 2023, nuestro país es miembro titular del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el órgano ejecutivo de la entidad, que se reúne tres veces al año.

Más allá de lo relevante que es tener presencia en este tipo de instancias internacionales, el enfoque con que el gobierno está abordando la llegada al consejo de la OIT parece el adecuado: “Vamos a tener la posibilidad, en el ámbito más global, de poder plantear mejoras a lo que va siendo la regulación del mercado del trabajo a nivel global (…) Que podamos participar en desarrollar temas sobre cómo enfrentar los nuevos mercados del trabajo, la automatización, la robótica, la nanotecnología, en el nuevo mundo del trabajo es crucial”, dijo el subsecretario del Trabajo.

En efecto, resulta muy oportuno integrar este foro en momentos en que los desafíos que plantea la cuarta revolución industrial para el mundo del trabajo se están tomando la agenda en todos los países, sin importar su nivel de desarrollo. La propia OIT dio a conocer el año pasado su informe “Futuro del Trabajo”, el cual plantea medidas que los gobiernos pueden adoptar para hacer frente a los retos del cambio tecnológico para el mercado laboral. Las próximas décadas traerán hondas transformaciones para las empresas, los trabajadores y los sistemas educativos (y por lo mismo en materia de salud y pensiones, por ejemplo).

Muchos de los prejuicios y discursos que hoy socavan la legitimidad del libre comercio a nivel mundial tienen símiles en la discusión laboral. También en ese ámbito, por lo tanto, es clave que los países hagan las apuestas correctas que impulsen la productividad y dinamismo del empleo, sin empobrecer su calidad ni desproteger a los trabajadores. Son objetivos difíciles de conjugar, en lo económico como en lo político. En la OIT, Chile tiene una tribuna que puede ser muy efectiva para poner sobre la mesa las oportunidades y los desafíos del trabajo en la era de la disrupción, y quizás para derribar algunos mitos.