El futuro del Nafta está en duda
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Fue una de sus promesas de campaña más polémicas. Pero Donald Trump cambió de opinión y finalmente decidió no abandonar el Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica (Nafta), con México y Canadá.
En vez de eso, el presidente estadounidense anunció a fines de abril su decisión de renegociar los términos del tratado, aunque si no queda satisfecho con las nuevas condiciones, no descarta poner fin al pacto.
La primera ronda de negociaciones comienza hoy, y las perspectivas apuntan a que lograr un consenso no será nada fácil.
Aunque inicialmente el foco estuvo puesto en las tensas relaciones entre EEUU y México, inesperadamente las relaciones se fueron deteriorando con Canadá.
En abril, resurgió una vieja disputa con Ottawa por los subsidios a los productores locales de madera, con las autoridades en Washington amenazando con imponerle un arancel de 24% a los productos de su socio del norte.
Canadá por su parte, reaccionó con furia el lunes a los planes de EEUU de modificar el mecanismo establecido en el acuerdo original para la resolución de controversias, que le ha resultado adverso en numerosas ocasiones, y amenazó con abandonar las negociaciones si su vecino del sur insiste en este punto.
De este modo, las negociaciones para un nuevo Nafta se avizoran prolongadas y polémicas. Y a medida que la incertidumbre se extienda sobre el futuro de un tratado que ha sido clave para el crecimiento de las economías de Norteamérica, la volatilidad continuará impactando en los mercados y en las empresas de la región, particularmente en la millonaria industria automotriz, que estará en el centro de este debate.
