Editorial

Primer gabinete: un desafío de realismo

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El Presidente electo anunció el viernes pasado el equipo de ministros con el que iniciará su mandato en marzo próximo. Se trata de un gabinete más diverso (con más mujeres, independientes, representantes de regiones) y joven de lo que ha sido tradicional en Chile, pero que a la vez incorpora la experiencia político-institucional de la ex Concertación en un número relevante de ministerios, destacando especialmente el de Hacienda, con Mario Marcel.

El diseño de este gabinete refleja una tensión fundamental (¿contradicción, tal vez?) en el seno de la futura administración: el objetivo de impulsar una ambiciosa agenda de reformas contenida en el programa de gobierno, y al mismo tiempo despejar las dudas y aliviar los temores que gran parte de dicha agenda provoca en los ciudadanos y los mercados. Como han señalado diversos analistas, el leitmotiv de la nueva y heterogénea coalición de gobierno -y fuente clave de su apoyo electoral- ha sido la crítica a “los 30 años” desde el retorno a la democracia, en los cuales el propio Marcel fue una figura clave.

Desde el Partido Comunista, que ocupará tres carteras, ya se ha comentado con extrañeza que la centroizquierda derrotada en diciembre pasado esté representada en cerca de media docena de ministerios. Es cierto que el nombramiento en Hacienda ha sido en general celebrado como una señal de moderación y de compromiso con la responsabilidad fiscal, pero la sola necesidad de tener que dar dicha señal refleja un complejo desafío de equilibrio político para un gobierno de impronta reformadora.

La falta de mayorías claras en el Congreso, y sobre todo las dinámicas de la Convención Constitucional -donde predominan voces radicales-, pondrán a prueba la voluntad (y capacidad) del nuevo Ejecutivo para mantener ese equilibrio político, algo que inevitablemente pondrá presión sobre una cartera de Hacienda ya muy exigida por la crisis económica y la inédita carga fiscal. En ese escenario, es muy probable que la “nueva política” demuestre ser parecida a la antigua: un continuo proceso de diálogo y negociación para alcanzar metas realizables.

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