Vacunación en marcha: un alivio y una oportunidad

n todos los escenarios posibles de recuperación económica, la variable clave —y a la vez la principal incertidumbre— es la evolución de la pandemia, con el riesgo de rebrotes o nuevas cepas que obliguen a reimponer cuarentenas y paralizar actividades. Por ende, junto con dar una esperanza ante la enfermedad a la población del mundo, la vacunación masiva contra el Covid-19 en la mayor cantidad de países y con la mayor velocidad que se pueda, es el mejor aliado que tiene la reactivación económica en este momento.

Tal como la vacuna fue encontrada mucho antes de lo que se anticipaba, también el proceso de vacunación está avanzando —en términos generales y con muchas diferencias— más ágilmente de lo que se estimaba viable. Millones de vacunas están siendo producidas, distribuidas y aplicadas todos los días en un número creciente de países, y es de esperar que continúe haciéndose más expedito y extensivo en las próximas semanas.

Que Chile sea uno de los países donde el proceso avanza más rápido —más de dos millones y medio de personas vacunadas con su primera dosis en las últimas dos semanas— es muy bienvenido, en todos los niveles. Además de un enorme alivio colectivo, entrega la oportunidad de ponernos de pie económicamente con más prontitud, como sugiere la revisión de algunas proyecciones crecimiento del PIB para 2021, que pasan del orden de 4% a 6% o incluso 6,5%.

Si se sigue cumpliendo el cronograma de vacunación establecido por el Gobierno —lo que supone un desafío económico, logístico y sanitario que no se puede minimizar—, Chile podría alcanzar la llamada “inmunidad de rebaño” (15 millones de personas) durante el primer semestre, lo que sería un logro de nivel internacional. Un escenario tan auspicioso como ése no parecía viable hace apenas unos meses y debe ser aprovechado para empezar a recuperar cuanto antes parte de lo perdido (y de lo retrocedido) en uno de los períodos más complejos de nuestra historia nacional.