¿Estanflación?

Señora Directora:

El reciente Informe de Política Monetaria (IPOM), entregado por el Banco Central, no viene, sino, a sincerar los más pesimistas pronósticos realizados por diversos economistas desde hace algunos meses atrás en el país, en el sentido de que podríamos encontrarnos ad portas de, nada menos que, el temido escenario de estanflación.

En efecto, si bien la mayor parte de la atención económica está puesta en una inflación que en 12 meses ya supera largamente los dos dígitos, con los consiguientes costos para la billetera de los ciudadanos, es importante destacar que el que, por una parte, y a diferencia de lo que señala el IPOM, la inflación debiese seguir persistentemente elevada al menos hasta avanzado el año 2023 y, por otro lado, la economía debiera entrar en un proceso de recesión, con al menos dos trimestres consecutivos de caída en el producto.

Lo anterior no es otra cosa que una dura estanflación, cuyas causas están de manera importante alimentadas por un entorno local de incertidumbre constitucional y social, así como de expectativas muy pesimistas, con altos niveles de percepción de estancamiento y decadencia, según lo constatado por la última encuesta del CEP.

En definitiva, se “nos viene la noche”, con un gobierno voluntarista que, mientras habla de un aumento en la productividad y de incentivar la inversión, no es capaz de hacer frente a la violencia galopante y está a punto de lanzar una agresiva reforma tributaria que busca recaudar desde personas y empresas al menos un 4% del PIB. Saque sus propias conclusiones.

Roberto Darrigrandi U.

Académico Facultad de Economía y Negocios, Universidad del Desarrollo