Columnistas

La inmigración está de vuelta en Estados Unidos

Rana Foroohar

Por: Rana Foroohar | Publicado: Lunes 24 de abril de 2023 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Rana Foroohar

La inmigración está de vuelta, al menos en EEUU. En los últimos dos años y medio, la inmigración hacia el mercado laboral estadounidense ha aumentado en 4 millones de trabajadores, y la población inmigrante en edad de trabajar por fin ha alcanzado su nivel tendencial prepandémico.

Es probable que esto sea un factor central en el sólido crecimiento del empleo, particularmente en el sector del ocio y la hospitalidad. También forma parte de la historia sobre el aumento de la participación de la fuerza laboral, además de ser una buena noticia para la lucha contra la inflación.

“El retorno del dinamismo migratorio pudiera significar cosas buenas para el crecimiento estadounidense y para la lucha contra la inflación”.

En palabras de Torsten Sløk, el economista jefe de Apollo, en una reciente nota a los clientes, “la inmigración es una razón clave de que el mercado laboral estadounidense esté pasando gradualmente de estar muy sobrecalentado a estar menos sobrecalentado. El hecho de que la inmigración ahora se esté moviendo a niveles superiores a los de 2019 va a ser muy positivo para el mercado laboral, y para el reto inflacionario de la Reserva Federal”.

Aparte de atraer a más mujeres a la fuerza laboral, aumentar la inmigración es la única forma rápida de reforzar la fuerza laboral en cualquier nación. Las tasas de natalidad están disminuyendo en la mayoría de los países ricos, y los robots y los programas de inteligencia artificial (IA) que desplazan empleos conllevan sus propias disrupciones económicas y políticas.

En EEUU, la inmigración representó aproximadamente la mitad del crecimiento de la población en edad de trabajar entre 1995 y 2014, según el Centro de Investigación Pew. Desafortunadamente, entre el jingoísmo de Donald Trump de “construir un muro” y la pandemia de Covid, se produjo entonces una pronunciada caída en el número de trabajadores inmigrantes.

En el transcurso de cuatro años, según un documento de febrero de la Reserva Federal de San Francisco, la administración Trump tomó 472 acciones ejecutivas destinadas a reducir la inmigración, desde aumentar la aplicación de la ley de inmigración hasta congelar las admisiones de refugiados y alejarse de la inmigración familiar. Entre 2016 y 2019, el número de nuevos residentes permanentes cayó un 13%, y el de visados F1 para estudiantes disminuyó un 23%.

Covid no ayudó. Muchos trabajadores despedidos perdieron los visados o simplemente prefirieron pasar la pandemia en sus propios países. Según el documento de la Reserva Federal de San Francisco, las dos tendencias juntas alimentaron una fuerte competitividad de los mercados laborales. Los autores descubrieron que la caída de la inmigración a partir de 2017 se tradujo en un aumento de 5,5 puntos porcentuales en la relación entre vacantes y desempleo en EEUU.

Pero, afortunadamente, el reciente repunte se ha traducido en una reducción de 6 puntos porcentuales en esa relación. Más de 900.000 inmigrantes se convirtieron en ciudadanos estadounidenses durante 2022, el tercer nivel más alto registrado y el mayor en cualquier año fiscal desde 2008, según Pew. Las mayores cantidades de inmigrantes vinieron de México, India, Filipinas y Cuba, y el mayor crecimiento de los flujos fueron de Cuba, Jamaica, Filipinas, India y Vietnam.

Conclusión: EEUU parece estar volviendo a las tasas de inmigración pre-Trump y prepandémicas.

Eso representa una gran noticia no sólo para la inflación, sino también para el crecimiento, la movilidad de la fuerza laboral y el emprendimiento. Los inmigrantes son más propensos a trabajar por cuenta propia y a crear nuevas empresas que los estadounidenses nacidos en el país. Los inmigrantes son el corazón del sueño estadounidense en constante evolución.

En mi ciudad natal en Indiana, hay tiendas de comestibles, restaurantes y clubes nocturnos hispanos, además de proveedores de servicios bilingües para atender a una comunidad de antiguos trabajadores agrícolas migrantes. Un par de generaciones después, son cada vez más de clase media y representan gran parte del afán emprendedor del área.

Los migrantes son personas que no temen arriesgarse; ellos van a donde hay crecimiento, fomentando la expansión empresarial y aliviando los cuellos de botella de la inversión. Esto tiende a reducir las disparidades de ingresos entre regiones, algo que EEUU necesita desesperadamente. Según un estudio de 2020 del Banco de la Reserva Federal de Dallas, gran parte de la fluidez actual del mercado laboral estadounidense se debe a los flujos de inmigrantes, más que a los movimientos de trabajadores nativos.

De hecho, la investigación de la Reserva Federal de Dallas apunta a que el futuro del excepcionalismo del crecimiento estadounidense (en relación con Europa y con otros países ricos) en gran medida puede depender del futuro de la inmigración. Los economistas de la Reserva Federal de Dallas hicieron una proyección a largo plazo que incluía las contribuciones de los inmigrantes y sus hijos al crecimiento.

Ellos llegaron a la conclusión de que, si la inmigración a EEUU se mantuviera en los niveles tendenciales de 2016 hasta 2060, la fuerza laboral crecería un 0,45%, creando con el tiempo una fuerza laboral de 193 millones de personas; dado que el crecimiento es básicamente gente más productividad, una fuerza laboral más grande es clave. Por el contrario, un descenso del 30% en la inmigración supondría 180 millones de trabajadores, y un recorte del 50% supondría 173 millones de trabajadores.

Esto significa millones de personas menos para pagar impuestos, financiar prestaciones y crear nuevas empresas. Aunque los inmigrantes representan el 13,6% de la población estadounidense, ellos crean una cuarta parte de las nuevas empresas. De hecho, un estudio realizado el año pasado por el Consejo Estadounidense de Inmigración reveló que el 43,8% de las compañías de la lista Fortune 500 habían sido creadas por inmigrantes o por sus hijos. Los conservadores contrarios a la inmigración y proempresas deberían pensar detenidamente en esa cifra.

Lo más leído