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Las cuentas nocionales sin piso

Enrique Marshall Director Magíster en Banca y Mercados Financieros PUCV, Exvicepresidente del Banco Central

Por: Enrique Marshall | Publicado: Miércoles 10 de mayo de 2023 a las 04:00 hrs.
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Enrique Marshall

La reforma previsional propuesta por el Gobierno, en su versión original, contemplaba la aplicación de cuentas nocionales para el 6% que se agrega con cargo a los empleadores.

Desde que se conoció, esta iniciativa generó posiciones encontradas. Unos la veían como condición necesaria para la solidaridad; otros, como una mala idea, alejada del sentir mayoritario de la ciudadanía. Es bueno reconocer que las cuentas nocionales son un medio y no un fin en sí mismo. De los medios nunca es bueno enamorarse en demasía. En este caso, el objetivo principal es mejorar las pensiones, lo demás es secundario.

“Las autoridades se han reconocido dispuestas a considerar esquemas distintos a las cuentas nocionales. Es una buena noticia, porque tendrían problemas de aplicación práctica”.

En las últimas semanas, las autoridades han reconocido que la fórmula propuesta originalmente no ha concitado suficiente apoyo y que estarían dispuestas a considerar otros esquemas. Se trata de una buena noticia, porque las cuentas nocionales habrían presentado varios problemas en su aplicación práctica.

Primero, estas cuentas adquieren sentido en el ámbito de un sistema de reparto. Los “abonos” que se hacen en ellas son meramente referenciales o teóricos, y no corresponden a dinero efectivo como ocurre con las cuentas de capitalización individual. Se pueden justificar cuando se avanza desde un sistema de reparto puro o clásico, sin registros detallados, y se busca introducir cierta racionalidad en el comportamiento de los afiliados. Agregarlas o adicionarlas a un sistema de capitalización individual resulta forzado.

Segundo, después de cuarenta años de aplicación, el sistema de cuentas de capitalización individual se encuentra bastante asentado en la población, más allá de cierta desconfianza inicial y de las críticas que se le han formulado en los últimos años. Los retiros adelantados despejaron dudas, al mostrar que el dinero estaba donde debía.

Según lo señalan las encuestas, la inmensa mayoría de la población preferiría construir un nuevo y mejor sistema a partir de lo que existe, sin perjuicio de que se implemente algún componente de solidaridad en el pilar contributivo, entendiendo que los recursos en la caja fiscal pueden ser insuficientes para ello.

Tercero, un sistema de cuentas nocionales es complejo y, por lo mismo, difícil de entender y ser asimilado por la población. Es muy probable que los afiliados lo hubiesen visto con permanente desconfianza. En estas materias, lo recomendable es optar por esquemas simples y claros.

Finalmente, la convivencia de ambos tipos de cuentas, como contemplaba la propuesta original, habría originado permanentes tensiones y comparaciones. En esas circunstancias, las cuentas nocionales habrían salido perdiendo, quedando relegadas a una segunda categoría.

Por el bien del país, es hora de avanzar en una propuesta que concite amplio apoyo ciudadano y político. Para ello es esencial dejar de lado lo secundario y focalizarse en lo principal, que es mejorar las pensiones.

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