Mi misión: imposible
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Richard Branson
P: ¿Qué papel le apasiona desempeñar en su selección de a qué empresas y oportunidades dedicarse?
- Luke Gorski
R: Virgin ha iniciado cientos de empresas, ¡de modo que tengo muchos intereses! Tu pregunta se refiere a cómo encuentro el impulso para iniciar una nueva aventura emprendedora tras más de 40 años en los negocios. Después de todo, el trabajo nunca lo hace un emprendedor. Están los desafíos diarios de mantener en marcha la nueva empresa; los proyectos de panorama general que deben tener prioridad; y la necesidad de innovar y mejorar constantemente, cambiando lo que se ofrece conforme cambia el mercado.
Parte de la respuesta radica en algunas decisiones de estilo de vida; me recargo realizando mucho ejercicio y pasando tanto tiempo como puedo con amigos y familiares. Pero, en general, lo que me mantiene en funcionamiento es mi sentido de la misión, y lo extraño es que la mía es imposible.
Este no era mi plan cuando empecé, aunque siempre me sentí impulsado por el deseo de cambiar las cosas para mejorarlas. Eso fue lo que nos motivó a mis amigos y a mí para lanzar nuestra primera empresa, la revista Student, en los años 60: Queríamos dar a los jóvenes una voz en temas como la Guerra de Vietnam. Ese espíritu de esperanza y compromiso para concretar el cambio continuó en cada negocio que lanzamos después, y sigue aplicando para nuestras empresas más nuevas como Virgin Galactic, que se preparara para convertirse en la primera compañía en ofrecer vuelos espaciales comerciales.
Con el tiempo, conforme aprendíamos más sobre los negocios y el emprendedurismo, nuestra misión comenzó a convertirse en nuestro foco de atención; queríamos crear un mundo mejor, donde los negocios se vean impulsados por un fuerte sentido del propósito que equilibre sus necesidades con las de las personas y el planeta. Una vez que habíamos concretado esa visión (muchas empresas pasan apuros con este ejercicio), pudimos desglosarlo en el objetivo común que todas las empresas Virgin deben buscar: usar nuestro espíritu emprendedor y nuestros recursos para alterar y reinventar todos los sectores en que estamos, transformando de paso la manera en que todos hacen negocios.
Esta misión nos vuelve innovadores en formas que nunca podíamos haber anticipado. Cuando iniciamos Virgin Atlantic en 1984, la mayoría de nuestros competidores ofrecían un servicio horrible, así que nos ganamos a los clientes dándoles un servicio verdaderamente asombroso a nuestros clientes, junto con innovaciones como los sistemas de entretenimiento en cada asiento que daban a los pasajeros el control y opciones. Treinta años después, muchas de las mejoras que introdujo Virgin han sido adoptados por otros, mientras nosotros continuamos buscando nuevas formas de complacer a nuestros clientes.
Uno de los desafíos que enfrenta la industria de las aerolíneas es su voraz apetito por los combustibles fósiles y su resultante huella de carbono. Muchas aerolíneas ofrecen ahora a sus pasajeros la oportunidad de comprar algunas formas de compensación de carbono, pero eso no aborda realmente el problema de la eficiencia del combustible. Decidimos ir aún más lejos y buscar el combustible mismo. ¿Sería posible desarrollar un combustible para aviones comercialmente viable hecho con fuentes renovables? En asociación con la firma de biotecnología LanzaTech, hemos hecho enormes avances hacia este objetivo; los combustibles renovables ahora tienen el potencial de revolucionar la industria en unos cuantos años. Nuestro sentido del propósito ha ayudado a unir a los equipos que trabajan en los diferentes aspectos de este problema.
Hay abundantes historias como ésta en todo el Virgin Group. El punto es que como emprendedor, la travesía nunca termina, y la misión debería ser lo suficientemente amplia para comprender a otras industrias y sectores, si eso es lo que se requiere para producir el cambio. No importa si produces mantequilla o cojinetes de rodamiento, aún puedes marcar una diferencia, en tanto tengas una gran idea y una visión en la cual crea tu equipo.
Cuando estés planeando tu primera aventura emprendedora, quizá no puedas definir perfectamente tu misión o visión. Puedes aclarar las cosas rápidamente diseñando lo que ofreces de acuerdo a tus valores; si quieres vender mantequilla, por ejemplo, tendrás que hacer frente a asuntos como el bienestar de los animales y la labor agrícola sustentable. Conforme tu plan de negocios tome forma y busques las innovaciones que tus valores requieren, podría surgir tu sentido de misión. Esos objetivos te ayudarán a infundir el tipo correcto de cultura organizacional para asegurarte de que tu equipo nunca vea su travesía como completa, y se mueva rápidamente hacia el siguiente desafío.
Conforme tu empresa crezca, encontrarás que no obstante lo exitoso que haya sido un trimestre, siempre puedes hacerlo mejor la próxima vez. En vez de sentirte desalentado, ve esto como una oportunidad; otra oportunidad de hacer una contribución positiva y duradera al mundo.