La era digital llegó y las formas de comunicarse y trabajar han cambiado. El antiguo desempeño en oficina e industrias ha migrado a plataformas cloud y multicanal, y el uso de pantallas y mesones interactivos, así como los asistentes virtuales, y robots, no son ajenos a la realidad de la nueva empresa.
Aunque el mundo real está lejos de contar con sistemas como Jarvis, el computador con inteligencia artificial (IA) de Tony Stark –Iron Man en el mundo de Marvel- que operaba como mayordomo y asistente laboral, lo cierto es que sí hay nuevos avances en materia tecnológica, y también cultural, en diferentes compañías.
Los motivos no son de extrañar. La tecnología ha penetrado en todos los aspectos de la vida cotidiana y para muestra un botón; se estima que el 90% de los datos actuales fueron creados en los últimos dos años, insumos que han dado paso a nuevas formas de trabajo y conectividad.
“Hoy las empresas tienen valor, no por sus activos físicos, su capacidad de producción, ni por cuán eficientes son, sino por su capacidad de gestionar los datos para comprender mejor a sus clientes, gestionar la información y obtener insights de ellos”, comenta Manfred Loebel, country Manager Cloud de IBM Chile.
Una de las herramientas que se torna clave en la toma de decisiones, dice el ejecutivo, es la inteligencia artificial, ya que podrá empoderar a los empleados con data en tiempo real y relevante para el negocio, por ejemplo, en procesos de atención de clientes y operaciones para poder ofrecer canales nuevos, asistidos por soluciones cognitivas que mejoren su experiencia y aumenten la satisfacción.
“Las tendencias que más están transformando las industrias tienen relación con big data, inteligencia artificial y cloud como habilitador de velocidad e innovación”, agrega Loebel. Con estas tecnologías, indica, las soluciones apuntan a interpretar nuevos datos, como lo que dicen los clientes a través de las redes sociales, los reclamos, así como cualquier canal de interacción.
Lo cierto es que el juego ha cambiado y todos los sectores están siendo impactados por la tecnología, uniéndose a ella a través de procesos de digitalización. En minería, por ejemplo, cada vez es más frecuente el uso de internet de las cosas (IoT), analytics e inteligencia artificial. ¿Los motivos? Lograr mayor eficiencia y seguridad, a través de la detección de fallas en tiempo real y labores automatizadas a distancia.
En este sector, junto a manufactura, el desafío global apunta a convertir sus actuales operaciones hacia la industria 4.0, donde la tecnología tiene un rol principal, pero no independiente del hombre.
Cambio cultural
Aunque desde allí nace, la empresa del futuro no es sólo tecnología y el reto principal es más bien cultural. Así, al menos, lo indican los expertos. Uno de ellos, Philip Evans, socio en Boston Consulting Group (BCG), en su paso por Chile hace unos meses.
En la ocasión, el ejecutivo comentó que el gran cambio en las empresas se ha estado dando en los últimos 20 años -aún sin mucha adherencia-. En este período han pasado desde una formación vertical hasta una horizontal, tanto en la administración como en el core de los negocios, reconociendo los distintos frentes de acción de una misma firma. A su vez, explicó que es clave reconocer que la competencia puede surgir desde otro sector ¿El ejemplo más claro? Amazon.
En este sentido, Sandra Boidi, directora de IT en Ranstad Chile-Argentina, señala que es necesario potenciar nuevas competencias, las que bien pueden surgir desde los mismos profesionales de las empresas. Es por eso que la formación continua se torna una opción necesaria en la empresa del futuro.
Realidad local
A nivel regional, y pese a no ser la mayor economía de Latinoamérica, Chile tiende a liderar procesos de innovación y adopta estas tecnologías antes que el resto. De este modo, la aplicación de asistentes virtuales, basados en inteligencia artificial, como Watson, se ha dado en los sectores retail, bancos y telcos, y permiten una comunicación con sus clientes para mejorar su experiencia, aumentar su satisfacción y disminuir costos.
Así también lo han entendido en otros rubros, que al momento de la selección de su personal, exigen nuevas competencias. “Lo que más piden es innovación y trabajo multidisciplinario. Para formar estos equipos se requieren profesionales de áreas como marketing, diseño, recursos humanos y programación”, comenta Boidi.
La ejecutiva comenta que en estos procesos, que se encaminan a la empresa del futuro, el rol de los altos ejecutivos en la promoción de la tecnología, es clave, así como saber enfrentar los miedos que pudiese generar la IA. La apuesta, agrega, debe ser por agregar valor y potenciar el que ya tiene la empresa.
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