En 2017 estuvieron a punto de desaparecer, básicamente porque las soluciones implementadas llegaron en un momento en que el ecosistema de innovación no estaba maduro y donde había muchas preguntas por responder. Ante la disyuntiva de cerrar las puertas o reinventarse, optaron por lo segundo y no se equivocaron, dice Julián Ugarte, presidente ejecutivo de la plataforma de emprendimiento social y uno de los fundadores de Socialab.
“Estábamos desarrollando un modelo que estaba adelantado al mercado chileno. En 2018 hubo una maduración de las empresas chilenas y del Estado que entendieron que innovar es una necesidad real, y los productos que habíamos desarrollado cinco años atrás, empezaron a cobrar sentido. Estamos recién rentabilizando lo construido y lo que estamos desarrollando para cinco años más”, afirma Ugarte.
Una de las decisiones más radicales fue pasar de ser una fundación a una empresa. Cambiaron los estatutos y el paso siguiente fue capitalizarse. Realizaron un aumento de capital por $ 287 millones, un 28% de la propiedad, sumando a inversionistas como Jorge Errázuriz, Segio Cardone, Víctor Moller, Nicolás Luksic, Juanito Yarur y emprendedores como, Tomás Kimber de Karün y Nicolás Shea de Cumplo, valorizándose en $ 1.000 millones. Además, renovaron el directorio, dejando a Alejandra Mustakis -propietaria del 10% de Socialab- y sumaron a Lucy Ana Avilés de Soma.
“Necesitábamos capitalizarnos, incorporar a personas del mundo empresarial para que nos ayudaran a comprender el lenguaje de negocios, porque venimos de un mundo de fundación”, comenta Ugarte.
Socialab también opera en Argentina, Colombia, Guatemala, México y Uruguay, donde seguirán trabajando de la forma en la que lo han hecho hasta ahora. “Acordamos que en el encuentro que reúne a los seis Socialab, expondremos nuestra experiencia de cambio, de manera que quienes se sientan preparados puedan dar el paso y constituirse como empresa”, adelanta.
Nuevos Negocios
También cambiaron el modelo de negocio para asegurar la sostenibilidad de la nueva empresa. Si al principio buscaban convocar emprendedores para resolver problemas sociales globales, hoy sumaron a las empresas para levantar sus desafíos y conectarlas con soluciones que realmente necesita la industria.
Durante 2018 realizaron 14 convocatorias para clientes como Caja Los Andes, Universidad Santo Tomás, Sodimac y Melon, bajo la lógica de “capturar innovación desde fuera de la empresa”. También fueron un actor relevante en la convocatoria Impulso Chileno, una iniciativa del empresario Andrónico Luksic.
“En 2018 recibimos más soluciones que nunca, lo que demuestra una madurez del país y de la región. En promedio llegaron 1.000 soluciones por pregunta, un 80% más que las que recibíamos antes. Hay más oferta que demanda y por lo tanto, vamos a buscar demanda para que la oferta se active”, afirma Ugarte.
El ejecutivo comenta que tras percatarse que en algunos casos las empresas no lograban incorporar las soluciones capturadas del exterior, desarrollaron un modelo de negocio de “excubación”. Un área que asesora a las empresas en la adecuación de protocolos y formas de trabajo para lograr la implementación de las soluciones.
“La incubación cambia al sujeto, en este caso al emprendimiento y la excubación modifica el entorno donde el emprendimiento se desarrolla para generar las condiciones aptas, especialmente desde la empresa, que permitan la fluidez de las soluciones y la escala que todos están buscando”, explica Ugarte.
Otra de las modificaciones que hicieron para asegurar la sostenibilidad del negocio, fue ingresar a la propiedad de los emprendimientos apoyados, con rangos que van entre un 3% a 5%. A la fecha, cuentan con un portafolio de ocho startups, entre las que se cuentan Hora Fácil, que ayuda a eliminar las filas en consultorios, la plataforma de anti bullying Brave Up y Win the world, una agencia de turismo inclusiva.
Proyectos con otros actores
El año recién empezó y la nueva Socialab está llena de planes. Empezarán a trabajar con las empresas socias de Sofofa para conectarlas con emprendimientos a través de Sofofa Hub, la plafamorma que busca levantar desafíos de las industrias de biotecnología, revolución 4.0 y economía circular. “La fórmula que se está planteando es que puedan capturar lo mejor de Chile y el mundo para generar competitividad. Y Socialab ayudará en la articulación de ese modelo”, explica.
También hay planes para el Festival de Innovación Social, FiiS, donde Socialab es fundadora. Ugarte dice que a partir de este año buscan que en cada ciudad donde opera el evento sea un articulador de soluciones, de manera que se identifiquen los problemas locales y los mismos speakers presenten las propuestas.
Además están participando en los 16 desafíos que planteó el Ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, para la superación de la pobreza en Chile, donde aplicarán el modelo de convocatorias Socialab junto a otros actores.
“Estamos trabajando en una mesa con el problema que creemos es el más complicado: cómo generar soluciones reales para las personas que son cuidadoras dependientes de otras personas y que corresponde al 40% más pobre de Chile”, señala.
Actualmente tienen abierta la convocatoria para Tecla, junto a Caja Los Andes, la que aborda justamente dos temáticas relacionadas con esta cartera: Dependencia y discapacidad y Vivienda y acceso a servicios básicos, este último con foco en campamentos de la región de Valparaíso.
Crecimiento
Las proyecciones son alentadoras. Comentan que pasaron de una facturación de $ 432 millones en 2017 a $ 869 millones en 2018, y proyectan ingresos por $ 1.000 millones para 2019, los que provendrán de las ventas de servicios de innovación a las empresas y apoyo a la transformación de las organizaciones a través de la innovación social.
“Esperamos sumar 20 startups este año. Armamos un corporativa donde vamos a administrar ese portafolio: Partners de impacto y Corfo nos apoyó con financiamiento de incubadora para ayudarlos a crecer”, estima Julián Ugarte.
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