Sin duda uno de los grandes protagonistas del último mes ha sido China y sus nuevas regulaciones a las compañías tecnológicas que cotizan fuera de sus fronteras. Situación que se ha extendido a gigantes como Alibaba, Tencent o DiDi, e incluso acciones ligadas al sector educativo que llegaron a caer cerca de 70% en un sólo día.
Ahora bien, ¿es esto una señal de riesgo? No precisamente, al menos para el mercado, donde aseguran que en Asia hay más de alguna sorpresa para el bolsillo de los inversionistas.
Eso sí, aún hay varios aspectos a tener en cuenta, tanto para obtener buenos retornos como para evitar pérdidas por las volatilidades del mercado, ya que todavía no se sabe qué otro paso puede dar el regulador chino.
“Las empresas de tecnología fueron afectadas por las regulaciones y estas compañías critican el sistema financiero de China. Las empresas pueden cambiar de estrategia y sus políticas internas para adaptarse a las nuevas normativas del gobierno para sobrevivir. Por otro lado, si no se logran adecuar claramente vivirán resultados negativos y la pasarán mal”, comenta la directora de Negocios del Asia Desk de EY Chile, Longyan Shen.
“Los inversionistas tienen que ver los intereses del país y las nuevas políticas del gobierno para buscar empresas o alternativas de inversión que se adapten de mejor manera al nuevo escenario regulatorio”, agrega.
Seguramente una de las primeras preguntas antes de ingresar a este mercado es, ¿será realmente para mí?
La respuesta dependerá de tus objetivos de inversión pero, en términos generales, el perfil de un inversionista que quiera apostar por activos asiáticos se basa en la necesidad de diversificar la cartera para obtener mayores retornos a largo plazo.
Asimismo, hay que tener claro que la mayoría de los fondos con activos asiáticos están dirigidos a personas capaces de asumir y tolerar el riesgo frente a una alta volatilidad. Esto, considerando que se trata de una región en constante crecimiento con un fuerte componente tecnológico.
De hecho, según el estratega de mercados de la empresa de inversiones XTB Latam, Diego Mora, en Chile basta con ser mayor de edad, tener capacidad de ahorro y tener una cédula de identidad vigente para abrir una cuenta de inversiones en alguna institución financiera, ya sea un bróker, banco local o corredora de valores.
“El primer paso es tomarse un tiempo amplio y suficiente para informarse de las distintas posibilidades que existen, además de definir claramente mis objetivos de inversión y el riesgo que puedo asumir, ya que de esta manera puedo controlar la volatilidad de inversión. Invertir en Asia no está exento de cualquier tipo de riesgo de pérdida como lo es una inversión típica de renta variable”, afirma.
De igual forma, Shen agrega que, como todos los mercados, los inversionistas deben tener asesoría profesional para contar con información correcta y necesaria para dar cumplimiento con las reglas y normativas del país en que desean invertir.
“Esto les permitirá tomar las mejores decisiones”, recomienda, indicando que también hay que adaptarse a la cultura y costumbres del mercado, ya que hay elementos invisibles que se deben aprender con el tiempo.
En general existen varias formas de ingresar al mercado asiático, desde índices, hasta acciones de compañías, divisas o incluso fondos cotizados en bolsa (ETF, su sigla en inglés).
Este último, según los analistas, son los más recomendados por los inversionistas ya que reúnen varios tipos de compañías de distintos países en un solo lugar o bien replican los principales índices bursátiles, facilitando la inversión.
Además, en términos monetarios, este tipo de fondos tienen una comisión de gestión más baja de lo habitual. Eso sí, dependiendo del tipo de bróker o institución financiera que ofrezca el ETF, podría haber un monto mínimo para comenzar a invertir.
“En comparación con América Latina, Asia ofrece varias ventajas a los inversores. Primero, crecimiento más rápido. Se espera que el producto interno bruto (PIB) de Asia crezca un 7,2% en 2021 y un 5,3% en 2022 frente al 5,2% y el 3,0% de América Latina, respectivamente”, explica el director de Asesoría y Productos para las Américas de Julius Baer, Esteban Polidura.
“En segundo lugar, los mercados de valores de Asia están expuestos a acciones de crecimiento. Y tercero, los riesgos políticos y sociales parecen más contenidos hoy en día en Asia que en América Latina”, agrega.
En términos de acciones, se recomienda apostar por tres sectores que el gobierno chino está fomentando actualmente: consumo, salud y energía verde. De tal forma que, cualquier otra regulación, no perjudicará directamente a estas compañías.
En general, la recomendación siempre es transar con dólares ya que se trata de una divisa de carácter internacional que es aceptada en la mayor parte del mundo, a diferencia del peso chileno que es más bien local.
Sin embargo, cabe destacar que para invertir en Asia desde Chile es necesario acudir a un intermediario financiero como una corredora local, para que transe en el mercado a tu nombre, sin necesidad de salir del país. “En la gran mayoría de instituciones financieras se permite la apertura en pesos chilenos y es la empresa quien hace las conversiones de tipo de cambio necesarias para invertir en el extranjero”, explica Mora.
“Los inversionistas tienen que ver los intereses del país y las nuevas políticas del gobierno para buscar empresas o alternativas de inversión que se adapten de mejor manera al nuevo escenario regulatorio”, comenta la directora de Negocios del Asia Desk de EY Chile, Longyan Shen.
¿Deberás tributar al invertir en esta región? De acuerdo al abogado tributarista y socio fundador de Bustos Tax & Legal, Claudio Bustos, sí. Al menos en la mayoría de los casos.
“Las personas, sean naturales o jurídicas, con domicilio o residencia en Chile, tributan en el país sobre sus rentas de fuente mundial, esto es, sobre las rentas que se generen en cualquier país del mundo. Por lo tanto, si una persona o empresa residente en Chile invierte en Asia, en cualquier tipo de instrumentos, deberá tributar en Chile, con el impuesto de Primera Categoría o Global Complementario, según corresponda”, explica.
Sin embargo, destaca que las rentas obtenidas por inversiones en el extranjero tienen una particularidad, en el sentido de que tributan en Chile sobre base percibida y no sobre base meramente devengada, como ocurre por regla general con las rentas de fuente nacional.
“Esto implica que la renta de fuente extranjera sólo tributará en Chile cuando haya sido pagada al inversionista o si se le ha abonado o puesto a disposición la renta en alguna cuenta”, añade.
En este sentido, Bustos destaca que es importante tener presente que varios países de Asia mantienen convenios con Chile para evitar una Doble Tributación Internacional (entre ellos Japón, China, Malasia y Tailandia), "en el sentido de utilizar como crédito contra impuestos en Chile, el impuesto que la respectiva ganancia haya soportado en el país fuente, si fuere el caso”.
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