Desde el lunes el presidente de Bolivia Evo Morales comenzó una nueva escalada de emplazamientos a Chile. Ello luego de la visita del Papa Francisco a ese país y bajo la interpretación de Palacio Quemado de que el Vaticano y la comunidad internacional apoyan la demanda presentada por La Paz ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por una salida soberana al mar.
Morales primero emplazó a la presidenta Bachelet a explicar por qué no había asistido a la Cumbre de Las Américas, en Panamá, en donde -supuestamente- le habría ofrecido dialogar sobre la demanda marítima; mientras que ayer el mandatario paceño fue más lejos y propuso a Chile restablecer relaciones diplomáticas, dando respuesta a la invitación hecha por nuestro país, pero bajo dos condiciones: que en un plazo de cinco años se resuelva el tema marítimo y que para este proceso ejerza como garante el Papa Francisco.
De inmediato tanto desde La Moneda como desde el Edificio Carrera se acordó una respuesta que centralmente se basó en que Chile no acepta condiciones para este ofrecimiento. Así el primero en salir a explicar la postura chilena fue el vocero de gobierno Marcelo Díaz, quien señaló que "el presidente Morales evade el tema de fondo y es que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas debe ser sin condiciones".
Posteriormente, el canciller Heraldo Muñoz, en tono enérgico, profundizó en la posición adoptada por el gobierno frente a la respuesta del mandatario paceño a la invitación de recomponer relaciones diplomáticas formulada originalmente por Chile tras el llamado del Papa al diálogo: "Ésta no es una respuesta seria. Chile ha hecho una propuesta clara sin condicionantes y de inmediato. Las relaciones diplomáticas se restablecen para resolver problemas y diferencias. No se puede pretender que se resuelva el problema de una de las partes para luego después restablecer relaciones diplomáticas, eso no es serio", aseguró el jefe de la diplomacia chilena.
Respecto a la opción de que el Vaticano y el Papa sean mediadores o garantes Muñoz reiteró la postura que Chile ha venido expresando desde que comenzó el juicio en La Haya, en orden a que no hay nada que mediar, menos sí hay una demanda de por medio, por lo que llamó a Morales a que explique esta contradicción.
"Nos llama la atención que Bolivia pretenda una mediación del Papa en el mismo momento en que ha sometido la aspiración marítima a la jurisdicción de la Corte que Chile rechaza. Eso amerita una explicación", dijo el ministro Muñoz.
Reacciones
Desde el Parlamento de inmediato salieron a respaldar la respuesta del gobierno. El presidente de la comisión de RR.EE del Senado, Francisco Chauán (RN), dijo que "lo que hace Evo Morales es jugar un partido propio, al señalar que el restablecimiento de las relaciones tiene un plazo de cinco años, al condicionar la mediación del Papa, en circunstancias que estamos en pleno litigio".
Por su parte el diputado Jorge Tarud (PPD) aseguró que "Evo Morales intenta comprometer al Papa Francisco en esta maniobra, lo que me parece absolutamente inadecuado, en consideración a que Su Santidad como jefe del Estado Vaticano no se va a involucrar en temas que desconozcan los tratados vigentes".
Con todo, la Cancillería mantiene en pie la propuesta inicial hecha a Bolivia para avanzar en relaciones diplomáticas y en temas de integración económica y social.
Batalla comunicacional
El factor mediático ha sido una constante preocupación en la Cancillería nacional, pese a que han defendido la estrategia de diplomacia reservada y de ciertos actos públicos con ex presidentes o ex cancilleres cuando se consideren pertinentes. Esta metodología, para algunos expertos y parlamentarios, ha tenido algunas complejidades a raíz del enorme despliegue que ha realizado el presidente Morales ante la comunidad internacional. Sin embargo, en el gobierno afirman que pese a esta arremetida boliviana, en la práctica no ha significado apoyos explícitos en cumbres internacionales.
Esta semana el gobierno boliviano reforzó su equipo con la incorporación de los ex mandatarios Guido Vildoso, Jaime Paz Zamora y Jorge Quiroga al consejo que asesora al gobierno para la demanda. Chile hizo lo propio con el ex canciller y secretario general de la OEA, José Miguel Inzulza, quien se sumó al equipo de ex cancilleres. Consultado Muñoz respecto a que si se está repensando esta materia dijo categóricamente que si "Bolivia ha decidido hacer ajustes a su estrategia, incorporar a otros ex presidentes, quiere decir que ellos estiman necesario hacerlo, nosotros vamos a seguir el mismo curso que hemos seguido".
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