Aysén, Atacama y Maule lideran crecimiento regional

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) presentó ayer las cifras correspondientes al Indicador de Actividad Económica Regional 
(Inacer) del tercer trimestre de 2011. Según informó el INE, la mayor parte del país presentó variaciones positivas, destacando once de las catorce regiones, siendo Aysén (29,3%), Atacama (11,1%) y Maule (9,7%) las que evidencian un mayor crecimiento. En tanto, Magallanes, Antofagasta y Los Ríos anotaron caídas. Es así como los mayores crecimientos se explican, en el caso de Aysén, por el comportamiento favorable del sector pesca, donde destaca la cosecha del salmón en los centros de cultivo. En tanto, en la región de Atacama, el mayor dinamismo se explica por la expansión que han registrado construcción y servicios financieros y empresariales. En el Maule el aumento se debe al auge que experimenta el sector construcción e industria manufacturera.

Se entregó la variación acumulada donde destacan los registros del Biobío con un 16,4%, Aysén con 19,1% y Atacama con 15,2%. “En términos de variaciones anuales, los sectores que presentaron una evolución positiva en la mayor parte de las regiones fueron: transporte y comunicaciones; electricidad, gas y agua; y comercio, restaurantes y hoteles”, señala el INE.




Razones de las caídas


Respecto de las bajas que registraron Antofagasta, Los Ríos y Magallanes, en la Segunda Región el descenso se explica por la disminución anual de la actividad del sector minero, debido a la menor producción de cobre, plata y molibdeno, esto producto de las paralizaciones por huelga de trabajadores; suspensión de faenas por mal tiempo y por el “blackout” de septiembre.

Asimismo, Los Ríos muestra que durante el tercer trimestre se registró un decrecimiento de 1% respecto al mismo período de 2010, donde el resultado negativo fue influenciado por construcción; servicios sociales y comunales; y pesca. Para Magallanes el INE explica su caída de 3,4% en doce meses por la incidencia de la industria manufacturera, fundamentalmente por la disminución en la producción de metanol; construcción, explicado esencialmente por la menor inversión de obras de ingeniería; y minería por la disminución en la producción de petróleo y carbón.