Dos años de gobierno “larguísimos”

- ¿Cuál es su balance de los dos años de gobierno?


- Se han cumplido dos años larguísimos, yo pensaba que este gobierno terminaba este año. Mucho conflicto, mucha metida de pata y muchos dramas, accidentes, catástrofes, parece que ha sido una década interminable. El gobierno perdió la brújula, cuando se creía que la derecha venía al gobierno con buenos técnicos, pero se demoraron mucho en instalarse, se les perdió el pendrive o a lo mejor, estaba vacio. Antes que terminara un año empezaron a cambiar ministros, a traer senadores a los ministerios, sacaron ministros que no dieron el ancho y los llevaron al Parlamento. Empezaron a hacer lo mismo que criticaban, toda la diferenciación del gobierno de excelencia quedó botado e hicieron el ridículo con ese discurso.



- ¿Y lo bueno?


- Lo único que los ha salvado es la economía, el precio del cobre, pero es un gobierno que no tiene capacidad de resolver conflictos, al contrario, los agranda. Por ejemplo, no hay gobierno en Aysén y ahí el gobierno mostró su incapacidad. El ADN de este gobierno es el autoritarismo y la amenaza, Hinzpeter amenaza con las penas del infierno a medio mundo, es un discurso represivo que no le ha servido para resolver nada. Este es un gobierno que la ciudadanía rechaza, no sólo al presidente sino al gobierno. Molesta que siempre digan que son los mejores, vamos a hacer la mejor carretera nunca antes vista, el mejor colegio de excelencia de la historia… Eso al final choca con la realidad y quedan en ridículo.



- ¿Y cómo lo ha hecho la Concertación?


- Hace rato que terminó. Nunca he sido hincha de la Concertación, se desacreditó mucho, la gente ya la dio por terminada, como logo, como marca no le veo destino.