Por Ángela Chávez Molina
El amplio porcentaje de chilenos que cree que la candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, será la próxima presidenta de Chile junto con dar cuenta del importante nivel de adhesión con que cuenta su opción, también confirma el desafío que deberá enfrentar la abanderada, de ser electa, desde el día uno en que se instale en La Moneda.
Y es que las expectativas que se han cifrado sobre las grandes transformaciones que se realizarían durante su próxima gestión, también constatan que la ex mandataria no contaría con ninguna especie de “luna de miel” durante los primeros meses de su eventual mandato.
Así también lo saben en el comando de Avenida Italia, por lo que el mandato a los cerca de 500 colaboradores que integran la treintena de comisiones a cargo de elaborar las propuestas programáticas, fue no sólo discutir las medidas a proponer pensando en los 4 años de gobierno, sino que también en función de plazos más reducidos, así se les pidió que formularan iniciativas para los primeros 2 años y más aún, para los primeros 100 días.
De hecho, estas últimas medidas, dicen en la sede de campaña de Bachelet, serán una especie “de subproducto” del programa completo, el mismo que ya se encuentra preparando el equipo que encabeza Alberto Arenas para entregarlo dentro de los próximos días a la misma candidata, y quien podría darlo a conocer cerca de fin de mes.
Marcando el rumbo
En el comando de la ex directora de ONU Mujeres, también están conscientes que el desafío no es sólo partir con el pie en el acelerador, sino que además “marcar las diferencias”, por lo que junto con dar “señales de avances” desde el primer día, además, deben “definir el rumbo y poner los acentos” como una guía de lo que se va a hacer para los cuatro años.
En ese sentido, el representante del Partido Comunista (PC) en el equipo que lidera Arenas, Patricio Palma, afirma que el futuro gobierno de Michelle Bachelet “va a dar señales claras a los sectores movilizados, participes del cambio, que verán sus expectativas satisfechas”, dice, precisando que el cumplimiento de esas expectativas también debe entenderse desde la perspectiva de la calidad de las propuestas que el desafío de los primeros 100 días se hagan.
La urgencia
Al mundo parlamentario, en tanto, le preocupa la urgencia con que se enfrenten los primeros días de mandato. De hecho, el senador del MAS, Alejandro Navarro, advierte que “la expectativa de Bachelet está aquí”, por lo que cree que deben adoptarse “un conjunto de medidas de carácter inmediato que determinen que el cargo es asumido en propiedad, lo que además tiene un efecto de contención”, sentencia.
Por su parte, el diputado y vicepresidente de la DC, Fuad Chahín, confirma que “la tremenda confianza en el liderazgo de Michelle Bachelet ha generado una enorme expectativa por lo que es importante contar con un plan de acción para los primeros 100 días que permitan marcar el sello de la gestión y la impronta del gobierno”.
Un diagnóstico que es compartido por otros legisladores de la Nueva Mayoría quienes además coinciden en señalar que las primeras medidas deben estar relacionadas con las tres grandes reformas que ha comprometido la abanderada:reforma tributaria, educacional y una nueva Constitución.
Al respecto, el diputado y candidato a senador por Santiago Oriente, Carlos Montes (PS), afirma que “lo fundamental es que los ejes debieran estar traducidos en proyectos de ley al iniciarse el gobierno” y va un paso más allá señalando que también -por ejemplo- “debiera presentarse un proyecto de ley para crear una empresa pública de energía solar, en una señal clara y potente de que el gobierno va a asumir el tema de la crisis energética de manera definitiva”.
En una perspectiva similar, el presidente del PC, diputado Guillermo Teillier, comenta que con el envío inmediato de un proyecto de ley que de cumplimiento a la promesa de la gratuidad de la educación “la ciudadanía sabrá si el gobierno cumple con sus demandas”.
Con todo, el líder de los comunistas advierte que muchas de las grandes transformaciones que requieran de proyectos de ley va a depender de los resultados parlamentarios, así como del margen de apoyo que obtenga la candidata en las urnas pues éste definirá el piso con que contarán los cambios a emprender.
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