Bárbara Gutiérrez P.
Una herramienta financiera inédita en Chile es la que puso en marcha en un esquema de plan piloto, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap).
Según explica el director nacional, Ricardo Ariztía, “ofrecimos a nuestros agricultores un seguro de precios que opera con respecto al precio internacional del maíz de acuerdo a la Bolsa de Chicago, tomándose contratos de opciones sobre futuros de maíz, una herramienta financiera nunca antes utilizada en nuestro país”.
El proyecto, detalla, garantiza a los agricultores una compensación ante bajas en el precio internacional del maíz y del tipo de cambio, “dado que también tomamos esa opción con IM Trust en Chile”.
Así, durante 2012 “en forma masiva”, 613 pequeños agricultores con 3.000 hectáreas, han quedado asegurados ante fluctuaciones y volatilidades de los mercados internacionales.
El plan garantiza además, integrar a los productores nacionales a los mercados externos y “que entiendan como se opera en el mundo”, añade Aiztía.
“Este es un plan piloto, que genera estabilidad y cierta seguridad a la pequeña agricultura, sirviendo además de ejemplo para la agricultura nacional de trigo y maíz, en general”, precisa el director de Indap.
Pero hace una salvedad, el problema es que la Bolsa de Chicago no respeta las distorsiones del precio de exportación del maíz argentino.
Restricciones desde Argentina
Ariztía hace hincapié en los problemas que acarrea a los pequeños agricultores del rubro la competencia desleal en las importaciones de maíz por parte de Argentina.
“Son casi 18 mil productores con una media de 3 a 4 hectáreas, por lo que tenemos que defenderlos de las fluctuaciones de mercado”.
De acuerdo a un informe de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) de diciembre pasado, en 2011 Argentina y Paraguay fueron los principales abastecedores de maíz importado hacia Chile, con 52,3% y 47,7% del total de las importaciones del año.
Comparado con 2010, Paraguay aumentó su presencia en el mercado nacional, desplazando a EEUU, principalmente, por un menor precio del producto paraguayo, y soportó el peso del crecimiento de las importaciones nacionales, debido a las restriciones a las exportaciones aplicadas por Argentina.
Diciembre, según el informe, también sirvió para que la industria aprovechara la baja en los precios del maíz y marcó un nuevo récord de compras mensuales de los últimos tres años.
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