La voz de las urnas en la elección presidencial del domingo dejó en entredicho a las encuestas. Sebastián Piñera se impuso con un 36% por sobre Alejandro Guillier que consiguió el 22% de los sufragios y, aunque fuera de la segunda vuelta, Beatriz Sánchez logró de la mano del Frente Amplio ser la tercera fuerza política en Chile con un 20%. Pero el análisis post elección no solo quedó para los expertos.
En el mundo empresarial hubo diversos comentarios donde la tónica estuvo en la sorpresa por el resultado del Frente Amplio. El tema incluso fue abordado en el comité ejecutivo de la CPC y de seguro marcará el consejo general de la Sofofa del próximo miércoles. Aunque algunos ven que el proceso es similar al 2009, otros piensan que los gremios deben poner atención a esta irrupción y advierten que la segunda vuelta está lejos de estar resuelta.
"Me sorprendí con los resultados porque le creí a las encuestas"
Sorpresa. Esa es la palabra que define la reacción del presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, al leer los resultados obtenidos en la primera vuelta presidencial. Ya con la cabeza más en frío, el dirigente reconoce de entrada: "Como ciudadano común y corriente me sorprendí con los resultados porque le creí a las encuestas y, por lo tanto, pensé que los resultados serían con una mayor votación para Sebastián Piñera y una menor votación para Beatriz Sánchez".
Villarino admite que no tenía ningún antecedente que lo hiciera pensar que el Frente Amplio pudiera obtener un respaldo de 20%. Sin embargo, cree que el advenimiento de esta tercera fuerza política merece "atención más que preocupación".
"Las corrientes políticas, al final, son las expresiones de lo que está sintiendo la ciudadanía y lo que hay que tener en consideración para quienes gobiernan el país, paras quienes invierten en el país, que hay un sector del país que tiene una visión de la sociedad distinta a la que ha tenido una gran mayoría durante las últimas tres décadas; y hay que tenerla muy en consideración", explica.
Pero a la hora de visualizar la segunda vuelta entre Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, el dirigente plantea que en esta parte "a los gremios nos corresponde tener un rol un poco más de espectador que proactivo como lo tuvimos en la primera vuelta". Y es más: sostiene que no es el momento de cambios de programas políticos.
Según Villarino, en la primera vuelta se generaron a través de las encuestas y de algunos dichos de líderes políticos, especialmente de la centro derecha, una gran expectativa y esta no tuvo el resultado esperado. "Pero cuando uno mira con frialdad, lo único que ocurrió aquí es que se dividieron las fuerzas políticas tradicionales de este país en más bloques, pero la derecha sigue teniendo 45% y la izquierda extrema y la centro izquierda siguen teniendo el 55%", sostiene. Y acota: "Eso es lo mismo que ocurrió en la primera vuelta anterior de Piñera, es más o menos lo mismo que le ocurrió a Lavín en su minuto con Lagos en la primera vuelta".
Por esto, para Villarino, en esta segunda vuelta se vería un resultado estrecho, donde ambas fuerzas pelearán voto a voto para quedarse con la Presidencia.
¿Pero qué rol juegan los gremios en el debate frente a nuevas sensibilidades que están saliendo a flote a través del Frente Amplio? El presidente ejecutivo aclara que uno de los roles fundamentales de los gremios es hacerle ver al mundo político cuáles son las consecuencias de las políticas públicas y, para ello, "tenemos que ser tremendamente serios, intentar salirnos de las áreas de especulación, intentar abandonar las trincheras políticas y pasarse más bien a la discusión profunda". Añade que "estamos súper concientes, todo el mundo empresarial, que no se trata solo de crecimiento el tema político, que hay otros elementos a tener en consideración".
Dicho de otro modo, "tenemos que estar a disposición más que estar parapetados en posturas políticas".
"Esto no tiene nada que ver con 2009. Esta es una nueva izquierda"
"La principal lección de esta elección es que la sociedad chilena refleja en la votación las inquietudes, sobre todo de los jóvenes, que no ha sido detectado por las encuestas". Así responde el expresidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), Jorge Awad, ante los resultados de la votación del domingo.
Desde su óptica, aquí se premió a los jóvenes y se castigó a los que estaban involucrados en lo que llama "tipos de colusión de la política con el dinero". "Aquí hay un triunfo de la ética y de los jóvenes", remata.
Una visión distinta a quienes, como el propio presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfredo Moreno, vieron en la primera vuelta un escenario parecido a lo ocurrido con Lagos-Lavín. Awad es tajante: "El 2009 no tiene nada que ver con ahora. Ese es otro de los slogan. No se olviden que el 2009 había un personaje que no tenía partido y hoy Beatriz Sánchez tiene 20 diputados. Esta es una nueva izquierda que realmente tiene estructura".
Consultado por el advenimiento del Frente Amplio contra todo pronóstico, comenta que la memoria es muy corta y que esto es lo mismo que pasó en los años 60 con la Patria Joven o con los movimientos juveniles que siempre han emergido pero no han sido detectados por las elites tanto políticas, económicas y de otra índole. Recuerda que cuando fue presidente del gremio de los bancos, siempre postuló que el mundo empresarial tenía que tener una mayor vinculación con lo que hoy se conoce con el nombre de stakeholders o los actores de la sociedad. Y agrega: "Si de alguna manera hice algo en ese período fue tratar de que el empresariado tuviera más tolerancia a la disidencia. Ese tema es una tarea pendiente. Usted podrá haber apreciado los últimos meses cómo los opinólogos, encuestólogos y los dirigentes empresariales eran un solo coro".
Por esto, cree que en el mundo empresarial más bien hay sorpresa, lo que se refleja en el reordenamiento de la bolsa tras su desplome el día post elección.
Sin tapujos y fiel a su estilo, lanza: "La sorpresa viene al no querer ver lo que hay que ver. Cuando uno vive en un mundo en que realmente se mira el ombligo y no quiere ver lo que hay que ver, se lleva sorpresas. Es como ir al médico con la receta hecha. Muchos de los que están sorprendidos, son los que iban al médico con la receta hecha".
Awad sostiene que "los gremios han funcionado siempre con una intolerancia a la disidencia y esto significa escuchar lo que quiero escuchar". Añade que ese cambio no se producirá hasta que haya una renovación de la dirigencia y que un "punto esperanzador" es lo que pueda hacer el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín Matte.
¿Qué sucederá en la segunda vuelta? "No empecemos a hacer pronósticos tan luego. Tratemos de que objetivamente los chilenos nos preocupemos de tener la mejor información de lo que pasa en la sociedad. Ese es el tema central. Dejar de ir con la receta hecha donde el médico".
¿Ganará Sebastián Piñera en diciembre? "Sí, pero apretado"
Aunque justo alcanzó a aterrizar en Chile para sufragar, el expresidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, no se resta del análisis político que se desató la tarde del domingo pasado cuando se erigió Sebastián Piñera y Alejandro Guillier como los competidores de la segunda vuelta del próximo 17 de diciembre.
El extimonel de los industriales también reconoce sorpresa al mirar los resultados, pero precisa que en el fondo su reacción está centrada en dos aspectos: la alta votación del ahora excandidato José Antonio Kast, que fue más de lo que la gente pensaba; y los sufragios obtenidos por la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez.
¿Pero debiera preocuparse el empresariado frente a la irrupción del Frente Amplio? La lectura de Von Mühlenbrock es que hay que seguir relacionándose, conversando y hablando con ellos, aunque también pone de relieve dónde han fallado los empresarios que ideas fracasadas pasen a tener el apoyo importante de gente cuando se ha demostrado que son malas. "Pero qué cosa nueva tiene lo del Frente Amplio, por lo menos de lo que yo he leído. ¿Cuáles son las ideas nuevas?", cuestiona.
Von Mühlenbrock indica que a pesar de tener la misma votación que Marco Enríquez-Ominami en el proceso anterior, "la diferencia yo creo es que el Frente Amplio hoy logró una base parlamentaria que Enríquez-Ominami nunca ha logrado. Pero si uno revisa los grandes números, no son muy cambiantes".
"Le cambiaron el apellido, pero los números son parecidos. La diferencia del Frente Amplio es que tiene muchos líderes y Marco Enríquez Ominami es una figura mucho más individual", agrega.
El industrial va más allá y desliza una cierta crítica. Señala que "todo lo nuevo que sale es progresista y uno empieza a ver y de progresista tienen repoco, porque hablar de eliminar las AFP, si el sistema de reparto es más antiguo que el hilo negro". Y se pregunta: "¿Qué tiene de progresista algo que implica volver a lo que era el mundo en la década del 40? Si analiza un montón de factores, se da cuenta que el progresismo es ideas antiguas. No veo ideas nuevas sino que son las mismas ideas antiguas".
Entonces, admite, "preocupa que la gente vea que todavía estén hablando de cosas tan antiguas. Es la misma música de hace 50 años".
Eso sí, ve que se podrá hablar de progresismo tal vez en los temas valóricos, donde ahí genera una diferencia.
¿Cuál es su pronóstico para la segunda vuelta? El industrial reconoce que el balotaje del 17 de diciembre se viene "bien apretado". "Si te fijas es la misma votación del año 2009. Si gana Piñera no debería haber una diferencia más allá que la que pasó el 2009", augura.
Consultado sobre si ganará el candidato de ChileVamos, Von Mühlenbrock se sincera y lanza: "Yo pienso que sí, pero apretado".
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