El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín Matte, lideró ayer su primer Encuentro Anual de la Industria, que evidenció modificaciones tanto de forma y como de fondo.
Primero, se cambió la tradicional cena en CasaPiedra por un desayuno en el Centro Cultural CorpArtes, donde llegaron unos 500 asistentes entre empresarios, economistas, dirigentes gremiales y autoridades.
Segundo, el discurso del timonel del gremio fabril distó mucho del tono crítico al gobierno utilizado por su antecesor, Hermann von Mühlenbrock, y se concentró más bien en los desafíos del gremio para reinvidicar su rol público y cómo aportar al bien del país a través de propuestas constructivas elaboradas mediante de un diálogo público-privado.
El golpe de timón fue resaltado al inicio de su discurso por la propia presidenta de la República, Michelle Bachelet: “Considero valioso que en esta ocasión la Sofofa haya introducido cambios de forma y tono, porque es una señal interesante, pues va en la dirección correcta: la que tiene toda organización de revisar sus prácticas y acercar las miradas con la sociedad tal como es hoy”.
“El temor de nuestras diferencias debe abandonar nuestra convivencia. Cada paso que demos en favor del entendimiento, nos fortalece”, resaltó Bachelet.
Previamente, Larraín Matte dedicó palabras de agradecimiento a la mandataria por las reuniones de trabajo con miras a simplificar las regulaciones sin bajar los estándares y que derivó en la iniciativa +Simple=Mejor, resaltando la importancia de una pronta y efectiva modernización del Estado (ver nota relacionada).
Ante la evidente disposición de las partes a trabajar en conjunto, en el aire del encuentro quedó la pregunta: ¿La historia hubiese sido distinta de coincidir por un tiempo más prolongado Bachelet a la cabeza del gobierno y Larraín liderando a los empresarios?
¿La confianza privada se hubiese recuperado más rápidamente y, por ende, la inversión? Ayer la respuesta quedó solo en el terreno de la ficción.
Presidenta defiende envío de proyectos de ley hasta el fin de su gobierno
Una férrea defensa de su agenda legislativa manifestó ayer la presidenta de la República, Michelle Bachelet, luego que el líder de los industriales, Bernardo Larraín Matte, emplazara al Ejecutivo a saldar la deuda respecto a la modernización del Estado. Esto, a pesar de los pocos meses que quedan de su administración, la cual debe entregar en marzo.
"Yo puedo continuar, pese a la crítica permanente de frenesí o hemorragia legislativa", sentenció la máxima autoridad del país, añadiendo que "podemos enviar proyectos de ley de aquí a que terminemos el gobierno, Bernardo".
De todas formas, ante el emplazamiento del dirigente la jefa de Estado distinguió que "la eficacia práctica de nuestras instituciones pasa también por la legitimidad que le reconozcan los ciudadanos".
A su juicio, modernizar no es sólo un asunto de eficiencia, "es también poner al día las opciones y los instrumentos públicos respecto de los cambios y demandas de la sociedad".
La gobernante aclaró que "ello no se consigue apelando a ortodoxias o echando mano a poderes de veto, sino con diálogo y la deliberación abierta y colaborativa".
Y si bien destacó que "Chile va en la línea correcta", Bachelet precisó: "No quiero decir en la línea perfecta ni en línea recta, va en la dirección correcta del modo en que lo hace un país que se ha vuelto complejo, pujante y diverso: con tensiones, avances y correcciones, pero sin perder el norte".
Como parte de una visión crítica de las organizaciones políticas, empresariales y gremiales -de la cual también se hizo parte-, la presidenta Bachelet advirtió que "hemos sido lentos frente a muchos cambios de la sociedad chilena".
Sin embargo se mostró optimista ante "un conjunto de señales y, sobre todo, acciones" que permiten pensar -según la mandataria- en que empiezan a existir horizontes compartidos entre los poderes públicos, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil, para persistir en las opciones que traerán prosperidad y cohesión a Chile, aunque existan diferencias respecto a cómo alcanzarlos.
Biólogo recibió premio en homenaje a Andrés Concha
Un momento emotivo se vivió ayer por la mañana en el edificio de CorpArtes donde se celebró el Encuentro Anual de la Industria 2017. El presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, realizó un homenaje al fallecido secretario general y presidente del gremio, Andrés Concha, resaltando su figura conciliadora, abierta al diálogo, con vocación de servicio público, y creer en las bondades de un mercado competitivo, entre otras características.
A través de un video, los asistentes nuevamente escucharon las palabras del empresario y dirigente gremial, y su llamado a "reconocer los méritos del pasado, evitar volver a tropezar con la misma piedra, pero sobre todo confiar en el diálogo respetuoso", recordando que es el camino al desarrollo del país el que sin duda convoca la unión de los empresarios.
Y para continuar recordando su legado, Larraín Matte informó la creación del premio Andrés Concha, "con el fin a inspirar a otros a asumir este rol público que trasciende lo que cada uno hace en nuestras respectivas disciplinas", todas características que resaltaban en el fallecido dirigente gremial.
El premio recayó en el biólogo chileno Andrés Couve, el cual fue entregado por la viuda de Concha y dos de sus hijas.
"Estamos orgullosos de entregar este premio a Andrés, quien se ha transformado en una de las voces actuales más importantes en el mundo científico, siendo reconocido por tender puentes y acercar la ciencia a estudiantes, al sector empresarial y al mundo político", resaltó Larraín Matte sobre el ganador. Concha fue presidente de la Sofofa desde 2009 y hasta su muerte en 2013. Hoy su hijo, Matías Concha, busca continuar su legado en el gremio fabril como consejero.
Larraín Matte plantea a Bachelet la urgencia de modernizar el Estado
El complejo período que ha atravesado la inversión en el actual gobierno comprobó la importancia que tienen las certezas jurídicas y legislativas para los inversionistas. Y para el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín, un cambio imprescindible para lograr un escenario de mayor certidumbre sería generar un Estado más moderno a la hora de diseñar, formular y evaluar las políticas públicas.
Según su timonel, la Sofofa detectó que existe "bastante convergencia", en tres iniciativas en dicha dirección: mejorar el proceso para diseñar, formular y evaluar el impacto de las políticas públicas; modernizar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental; y resolver las inconsistencias regulatorias sectoriales.
"Nos parece que este tema, el de la modernización del Estado, es el más relevante y al mismo tiempo uno de los más ausentes del debate público actual. Y por eso nos hemos propuesto mantener este tema muy presente en la agenda pública", expresó.
Y aunque el actual gobierno está en su último aliento y solo le quedan cinco meses, Larraín Matte confía en que aún hay tiempo para cambios, y solicitó ayuda a la presidenta Bachelet para construir acuerdos en torno a estas tres iniciativas. "Algunos dirán que no es el momento, por quedar pocos meses para el término de su gobierno, pero como Sofofa tenemos la convicción que siempre es un buen momento para promover buenas políticas para Chile y estamos disponibles para aportar nuestros contenidos y para trabajar en forma abierta y transparente en construir estos acuerdos", manifestó el empresario.
También recalcó la importancia de emprender acciones colectivas a nivel empresarial a través de los gremios para acelerar la recuperación de la confianza en las instituciones privadas por parte de la ciudadanía, quebradas por los bullados casos de colusión en el sector de farmacias, pollos y el papel tissue.
En esa línea, llamó a trabajar por un Chile mejor, para sentirnos orgullosos de nuestro país y "más importante todavía, que nuestro país se sienta orgulloso de nosotros".
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