Por Rodolfo Carrasco M.
enviado especial a Seúl, Corea
Testigo privilegiado de lo que ha sido la apertura comercial en Asia Pacífico, es el ex timonel de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Rafael Guilisasti, quien acompaña al presidente Sebastián Piñera en la gira por Vietnam y Corea. Sin evitar la coyuntura aborda junto a DF las implicancias de la reforma tributaria y las potencialidades de negocios en distintos mercados para productos nacionales.
- ¿Cómo se ve a Chile desde el Asia Pacífico pensando en la oportunidad de nuevos negocios?
- Venir a Asia como delegación-país es una política pública acertada de largo aliento que se inició con la apertura comercial a esta zona, lo que fue una muy buena apuesta del sector público y privado. Tenemos Tratados de Libre Comercio (TLC) y lo más importante es que cada vez que venimos al Asia vemos las potencialidades del mercado. Es una sociedad que tiene un común denominador que es una estrategia de desarrollo basada en dos principios básicos, uno es propiciar el crecimiento y dentro de eso, el empleo, lo que produce un impacto social y cada vez mayor número de personas se incorporan como nuevos consumidores. Son economías que también han optado por la eficiencia y van a importar todos aquellos productos donde no tengan ventajas comparativas. En el caso nuestro, uno ve que son mercados que, mirados a cinco años, tienen una enorme perspectiva de crecimiento. Un ejemplo es el vino en China, ahora en Vietnam, Corea y en Malasia; acá las oportunidades para el comercio en el Asia Pacífico son alentadoras.
- ¿De qué forma se puede mejorar la relación comercial que ya tenemos con los países de Asia pacífico?
- Hay dos cosas: ir a nichos específicos y el ámbito regulatorio; pensemos que son economías que se están abriendo y están construyendo sus agencias regulatorias y conocerse y conversar es muy importante en este rubro porque hay procesos de aduanas, de tránsito de mercancías, normas fitosanitarias; son economías que se van integrando, pero hay que ir manejando mucho los detalles de la implementación de los mercados.
- Ahora van a Japón ¿cómo analiza la relación comercial con esa nación?
- Japón es una economía consolidada, son desarrollados y desde el punto de vista del vino, hay una formación para su consumo, porque no era parte constitutiva culinaria, pero hoy se está incorporando como consumo, objeto de regalo o objeto de valor. Si uno mira los precios promedio en que nos compran, vemos que son mercados junto a Corea y otros son los de mayor valor que coincide con el objetivo de vender vinos de mayor valor.
Reforma tributaria: “discusión obsoleta”
- ¿En la gira, ha tenido oportunidad de analizar el tema de la reforma tributaria con el presidente Piñera?
- Todas estas giras permiten hacer los planteamientos y discutir en un ambiente que, a veces en Santiago, cuesta más; acá con la participación de empresarios, representantes sindicales, y parlamentarios en esta gira sirven para el diálogo interno y para dar una imagen de país importante.
- ¿Qué se debe cautelar en la reforma tributaria que prepara el gobierno tomando en cuenta la serie de posturas generadas por la clase política?
- Respecto de la discusión de si va a haber o no alza de tributos, me parece que estamos en una discusión un poco obsoleta. El presidente ha manifestado que la propuesta la entregará en abril. Lo que hay que cuidar es que principalmente, las reformas tributarias tienen que ser por esencia moderadas, porque lo principal en Chile sigue siendo el crecimiento. No hay motor mayor para una economía que el crecimiento, le sigue la generación de empleo que es la medida más efectiva para superar la desigualdad, el objetivo de recaudación fiscal que se ha planteado el presidente que es financiar los compromisos nuevos en educación. Si uno mira la perspectiva futura del país de las ganancias de productividad en el sector educacional son muy importantes, pero lo primero es esperar el detalle de la reforma. Se ha señalado aumento a las empresas, también que hay un alivio en la carga tributaria de las personas, pero hay que ver el paquete completo. Pero el mayor desafío es que la clase política y el Parlamento en concreto, den una señal de madurez política. Siempre las reformas tributarias no dejan a todos contentos, hay muchos planteamientos, pero me gustaría que en esta coyuntura se diera una señal y se alcanzara un consenso que no hiciera de esta reforma tributaria una discusión ideológica, y que al final termina dejando una sensación de escepticismo de la capacidad que tenemos para resolver los muchos problemas que está enfrentando Chile. Es importante que la discusión en el congreso sea de mirar con números y de componentes de racionalidad muy altos.
- ¿Comparte la preocupación que en el Parlamento se eleve la propuesta original del gobierno?
- Espero que el gobierno mande un proyecto técnicamente fundamentado y que el Parlamento entienda las señales. Dar una discusión frívola, larga e ideológica de estos temas sería una muy mala señal.
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