Elia Simeone: “Cuando uno escribe como periodista sobre tantas mujeres valerosas es también una forma de tributo”

Como “una bonita responsabilidad” describe Elia Simeone lo que para ella significa asumir la presidencia mundial de una organización de mujeres periodistas y escritoras.

Titulada periodista de la Universidad Católica, en su trayectoria cuenta 17 años de reporteo en El Mercurio, en Santiago, principalmente en el ámbito de las relaciones exteriores. En 2005 volvió a su ciudad natal, Punta Arenas, y allí hoy es jefa de crónica del diario local La Prensa Austral. De su trabajo en el periódico destaca algunos hitos, como la creación de un suplemento sobre ciencias que circula los domingos. “Nos distingue porque estamos en una región que es un laboratorio viviente, que tiene muchos parques nacionales, reservas de la biosfera, muy ligada con la ciencia, porque es parte de nuestro territorio, es una temática fundamental”, subraya.

También es fundadora y directora de la revista Fem Patagonia, enfocada en las mujeres.

Cuenta que cuando volvió a Magallanes le llamó la atención que, si bien la disparidad y brecha de género está presente en todas partes, en esa región era aún más notoria. “Esta revista es muy importante para mí y no tiene más pretensión que visibilizar a esas mujeres que están tan ocultas, la señora que teje, la profesora, la que está haciendo un posgrado, las chicas que ganaron un concurso de pintura u otra en deporte”, explica.

Su revista no está totalmente financiada, cuenta. Consigue algunos auspicios, postula a proyectos y agrega algo de su sueldo, y ahora que el papel está más escaso, imprime mensualmente en vez de semana por medio como lo hacía antes. Circula con La Prensa Austral y además está en digital.

Por esta revista, el Gobierno Regional le entregó hace poco una distinción en la categoría Mujer y Medio.

Durante la pandemia, además aprovechó de hacer unos posgrados en los temas que le interesan: género, asuntos antárticos y gestión pública.

Se sumó hace unos meses a la directiva de la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas y en esa condición participó en la cumbre mundial de estas organizaciones en Roma. Correspondía renovar directiva, y para su sorpresa, fue elegida por unanimidad.

“Me sorprendí. A la mayoría de las delegadas no las conocía, era la primera vez que participaba y las mujeres que estaban tenían una trayectoria sobresaliente en sus respectivos países, entonces los estándares eran muy altos”, comenta.

La tarea principal de este cargo es organizar la próxima cumbre mundial de esta organización en 2024 y, con ese objetivo en mente, le pareció a ella y varias, que era una buena idea que el lugar de ese encuentro fuera Punta Arenas, la Patagonia, el fin del mundo.

“Es una tarea interesante, hay que levantar un programa con panelistas y temas que sean atractivos. La idea es que participen representantes de los 30 países que están en la organización y que son todos bien diferentes. Vamos a tener que hacer encuentros virtuales seguramente, de preparación a la cumbre”, dice.

“Me he sentido muy apoyada y veo harto entusiasmo y también pensando en la dinámica que pasó en Roma, creo que es muy importante que entidades como esta muestren que la asociación, el conocimiento, el generar redes, es algo que nos potencia como profesionales y en esta tarea de enfrentar los problemas de brecha, de discriminación, de falta de oportunidades, de violencia”.

-¿Por qué le interesó la equidad de género y la temática de las mujeres en general?

-Creo que fue un poco por mi propia experiencia. Cuando empecé a trabajar, uno sufría todos los días situaciones que hoy no serían aceptadas, serían para ser denunciadas, en realidad. Y también porque me siento parte de una generación de profesionales muy aplicadas, que no corresponde que nos maltraten con el comentario sobre la minifalda, sobre el escote.

Pude vislumbrar en un momento que tener un medio de comunicación pequeño, regional, sirve para mostrar mujeres potentes en todos los ámbitos y para que la gente se acostumbre a verlas en la portada, no porque son bonitas o parte del jet set, sino porque son talentosas, esforzadas o cariñosas, como tantas mamás. Yo me enorgullezco de tener una revista con papel couché para mostrar a estas mujeres. Hace poco que teníamos en portada a una mujer de 80 años que toda su vida ha mantenido una huerta y que le está enseñando a su hija y a su nieta cómo cultivar la tierra, porque acá se está dando mucho el fenómeno de nuevo de la agricultura rural, de la alimentación saludable. Son mujeres para las que normalmente nunca ha habido espacio en los medios de comunicación, y resulta que la sociedad se ha construido sobre esas mujeres.

-¿Ha visto cambios en los últimos años en la prensa en esto?

Creo que algo se ha avanzado, muchas periodistas en sus medios han tratado de poner el tema, pero, y me da pena decirlo, creo que no tanto como se debería. Todo esto también es medio cosmético, muchos proyectos que tienen que tener perspectiva de género, no sé, pero en el fondo es cumplir con algo que está como de moda. Cumplir, pero sin creer en realidad.

-¿Qué opina de las cuotas de género?

Creo que sirven para una etapa inicial, para empujar, pero entiendo que la gracia es que una vez que ya has hecho eso, se produzca un cambio natural.

Pienso en el caso de los cargos directivos o de directorio. Para las primeras mujeres que llegan, profesionales, talentosas, no es fácil estar en un lugar donde es una con otros seis o siete hombres, que por lo demás normalmente ya venían de espacios más públicos. A esas primeras mujeres les va a ser difícil, pero va a ser un aprendizaje que va a permitir que otras que vengan detrás las conozcan, vean cómo se desenvuelven, y van abriendo camino. 

-¿Cómo significó para usted ser elegida en este cargo?

-Primero, fue asombro, porque fui a este encuentro en Roma sin ninguna pretensión, ni me inscribí para hablar ni nada. Pero algo tienen que haber visto en mí. Después fue como decir mira la responsabilidad que tengo, ¡Qué bonita responsabilidad que tengo! También sentí alegría porque vi en Roma y hasta el día de hoy que hay un movimiento alrededor de esto de muy buena disposición, buenas energías. Además, recibí tantas felicitaciones, tantas manifestaciones de gente diversa que he conocido a través de todos estos años, que ha sido un momento bien grato para mí. Siento que es como un reconocimiento a mi trayectoria como periodista. Me gustó.

-¿Qué otros proyectos tiene?

-De partida, seguir con mi revista y también me gustaría escribir. Hay algunas temáticas que me gustaría abordar e incluso, pensando en que se cumplen 50 años del golpe militar, he estado evaluando un trabajo de investigación o generar un libro de testimonios en el que de alguna forma pueda rendir un poco tributo a tantas mujeres que sufrieron directa e indirectamente, las mujeres que se quedaron en sus hogares porque sus maridos fueron exiliados o aquellas que quedaron con una infancia tan marcada.

Es de nuevo el tema de visibilizar, rescatar historias de mujeres, niñas, jóvenes que cuenten qué les pasó. Si no, van a quedar en el olvido.

-Es importante rescatar para la historia…

-Sí. La historia de Magallanes está escrita en las páginas de este diario, y aquello que no queda registrado no se va a saber. Entonces siento que cuando uno escribe como periodista sobre tantas mujeres valerosas es también una forma de tributo. Y sí, me gustan los tributos, los reconocimientos.