Las movilizaciones y hechos de violencia que han marcado las últimas semanas al país han provocado una menor demanda eléctrica por los ajustes en las jornadas de trabajo en general, pero no ha sido el único efecto que ha quedado en evidencia en el sector. Producto de la contingencia, las empresas han tenido dificultades para realizar la lectura de los medidores, lo que ha obligado a realizar estimaciones de consumo en un proceso conocido como facturación provisoria.
Dado los acontecimientos ocurridos, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) comenzó a solicitar información a las empresas eléctricas sobre los niveles de afectación, tanto en sus instalaciones físicas como en sus procesos. En este último ítem, el ente fiscalizador pudo constatar, entre las distribuidoras eléctricas, un rango entre un 6% y un 12% de clientes con casos de facturación provisoria.
Según explican desde la SEC, este es un proceso regulado en la normativa para aquellas situaciones en que las empresas no pudieran tomar en forma normal el consumo eléctrico desde los medidores de sus clientes.
"Podemos señalar que existe una regulación clara y definida que establece como debe llevarse a cabo el proceso de facturación provisoria, el que contempla modalidad, plazos y forma de informar a sus clientes, procesos que, por cierto, como SEC estaremos fiscalizando permanentemente", detalla el superintendente de Electricidad y Combustibles, Luis Ávila.
De acuerdo a la normativa eléctrica, cuando no puede efectuarse la lectura correspondiente, se debe facturar un provisionado que consiste en estimar el consumo como el equivalente al promedio de consumos reales de los últimos seis meses. Por ejemplo si no fue posible leer en octubre, la provisión para algunos sectores y grupos de clientes será el promedio de los meses de abril a septiembre.
Asimismo, una vez que se lea el mes pendiente, la facturación se ajustará automáticamente, descontando la facturación provisional y cobrando la efectivamente registrada por el medidor. De esta manera, se garantiza que el cliente pagará por el consumo realmente medido.
Una de las empresas que visto mermada las mediciones ha sido la italiana Enel. Desde la entidad reconocen que producto de la contingencia ocurrida en el país y debido al riesgo que podía significar el desplazamiento por la ciudad para quienes efectúan la actividad de lectura de los medidores, "durante algunos días y para algunos sectores se realizó una estimación de consumo de un grupo de clientes de acuerdo a las herramientas que la regulación contempla para ello".
La italiana señala que para este proceso ha informado a los clientes a través de correo electrónico, call center y su propia página web. Eso sí, precisan, los afectados son menos de un 15% del total de clientes que Enel Distribución tiene en la Región Metropolitana.
Mientras, en el caso de CGE, aunque han tomado medidas para mantener la normalidad de la operación, también en algunas zonas la actividad de lectura ha presentado dificultades por motivos de seguridad. "Esta situación ha afectado al 2,8% de nuestros clientes a nivel nacional", detallan.
"Tal como lo señala la normativa, cuando se estiman consumos, se informa directamente al cliente a través de su boleta bajo el concepto "consumo estimado por ausencia de lectura", situación que se corrige en la boleta siguiente. De todas maneras, nuestros clientes pueden consultar su situación a través de cualquiera de nuestros canales de contacto", sostienen en la empresa de capitales españoles.
En tanto, en Saesa, indican que en general los procesos de lectura de medidores y de reparto de boletas en su zona de operación se han realizado de manera normal. La gerenta de clientes de la empresa, Bárbara Boekemeyer, puntualiza que hasta la fecha, "hemos tenido casos muy puntuales -principalmente en la región del Biobío- donde nuestro personal no ha podido realizar dicha tarea, por lo que a los clientes se les aplicará el consumo promedio, tal como lo establece la ley".
La ejecutiva agrega que, al igual que el proceso de lectura de medidores, el reparto de boletas es un proceso que debe ser realizado de forma presencial. "Los clientes que eventualmente no reciban la cuenta en su domicilio -y no estén inscritos para que les llegue de forma online-, podrán consultar por su facturación en nuestros call center y oficinas", afirma.
Las medidas en el sector sanitario
Otro sector que también realiza esta actividad es el sanitario. Desde Aguas Andinas comentan que no han tenido problemas en cuanto a lectura de medidores, pero sí han observado en el marco de los últimos acontecimientos un mayor pago de las cuentas por Internet.
En Essbio reconocen que han debido tomar medidas para no alterar esta actividad y velar por la seguridad de sus empleados. "En términos generales hemos podido obtener las lecturas en los domicilios, eso sí, se han modificado algunos horarios y rutas para resguardar la seguridad de los trabajadores en terreno", reconocieron.
Por esto, no han tenido la necesidad de informar a clientes ni realizar refacturación por este motivo, ya que han organizado el trabajo en terreno para que no se vea efectado el proceso de lectura.
Asimismo, Essbio enfatiza que el servicio de agua potable ha funcionado con total normalidad en las regiones donde opera la compañía y no se han presentado mayores dificultades para llegar con suministro a los hogares. "Algunos trabajos de reparación en sectores específicos han demorado un poco más de lo habitual producto de las dificultades de desplazamiento que han tenido los equipos en terreno o para evitar situaciones donde se pueda haber visto afectada su seguridad. De todas formas, la empresa definió no ejecutar el corte del servicio por deuda", recalcó.
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