Cuando se conmemora el primer aniversario desde que Reino Unido salió de la Unión Europea, sus líderes ya apuestan por un nuevo acuerdo comercial.
Este lunes el gobierno británico presentó una solicitud formal para unirse al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, más conocido como TPP-11, y si bien Chile no lo ha ratificado, el Ejecutivo espera que en marzo la Sala del Senado dé luz verde al pacto comercial.
"A dos años de su entrada en vigor el acuerdo es exitoso, despierta el interés de distintos países tan importantes como el Reino Unido y, por lo tanto, continuar dilatando su aprobación en el Congreso es un profundo error", explica el ministro de Relaciones Exteriores (s), Rodrigo Yáñez, quien enfatiza que el anuncio "es una noticia positiva para el CPTPP como bloque, y depende de nosotros que sea positiva o negativa (para Chile), porque va a depender de si ratificamos el acuerdo o no".
A través de una carta dirigida a su homólogo neozelandés, la ministra de Comercio británica, Liz Truss, inició el trámite de incorporación. "La adhesión al CPTPP es una prioridad para el gobierno del Reino Unido y una parte clave de nuestro programa de negociaciones comerciales como nación comercial recién independizada", se lee en la misiva, a lo que la autoridad agrega que "estamos al frente de la cola y esperamos comenzar negociaciones formales en los próximos meses".
Reino Unido es el primer país no fundador que postula a formar parte del tratado. De tener éxito, se convertiría en la segunda mayor economía del acuerdo -superada solo por Japón-, y en el quinto socio comercial de Chile en el tratado. Y, con su adhesión, la proporción del TPP-11 en el Producto Interno Bruto (PIB) mundial aumentaría del 13% actual a un 16%.
Incluso sin ser miembro del acuerdo, la nación mantiene una relación estrecha con los países del tratado. En 2019, el intercambio comercial ascendió a más de US$ 90.000 millones, equivalente al 8% de su intercambio con el mundo.
Procedimiento
Luego de la notificación a Nueva Zelanda, la comisión administradora del acuerdo -compuesta por los países que lo han ratificado- decide por consenso si se establece un grupo de trabajo para la adhesión, explica Yáñez.
Mientras este opere, Reino Unido debería presentar sus ofertas de acceso de mercado en distintas disciplinas comerciales, y se aspira a que resulte un documento de términos y condiciones. Luego, la comisión administradora analizaría el resultado, y posteriormente se invitaría al aspirante a convertirse en parte del acuerdo.
Hecho eso, Reino Unido tendría seis meses para presentar su instrumento de accesión a Nueva Zelanda. Aquí los aspirantes tendrían que demostrar que han realizado las modificaciones legislativas -de ser necesarias-, para la completa aplicación del tratado, detalla el canciller (s), quien dice que "finalmente, cada parte notifica al depositario cuando se completan los procedimientos legales, y eso permite internamente que se adhiera por la economía interesada al TPP-11".
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