Por María Ignacia Alvear C.
El fantasma de la sequía de 2008-2009 vuelve a rondar en la región. Los efectos del fenómeno climático “La Niña” han hecho que las lluvias sean muy escasas y que, tanto la producción de los cultivos como de ganado, haya disminuido a casi la mitad en algunos casos. Esto está poniendo presión en las economías, las que ya están sacando cuentas de las pérdidas y activando planes de emergencia para salvar las cosechas y a sus agricultores.
Paraguay, uno de los países en problemas, está sufriendo por la pérdida de hasta cerca del 40% de sus cultivos en algunas zonas, lo que además se suma la fiebre aftosa que ha cobrado numerosas cabezas de ganado.
La soya es una de las exportaciones que están siendo más afectadas. Hace algunos meses, la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) pronosticó una producción récord de hasta 9 millones de toneladas de soya, pero la sequía obligaría a recortar la proyección hasta un poco más de 7 millones de toneladas, dijo a Reuters el analista económico de la consultora local Investor, Daniel Correa. Esto es agrava más considerando que Paraguay es el cuarto productor mundial de soya y éste es uno de los principales productos de exportación del país.
El experto sostuvo que el panorama actual obligará a una revisión de la proyección de crecimiento del PIB para este año. El Banco Central estima que la economía crecerá 3,7%, pero Correa apunta a sólo un 2,0%, debido a la influencia del sector agrícola en el PIB general. El gobierno ya declaró “emergencia alimentaria” por 90 días para asistir a los agricultores de escasos recursos con la distribución de semillas.
Por otra parte, también se teme que pueda afectar al sistema financiero, ya que alrededor de 22% de los créditos fueron destinados al sector agrícola durante el año pasado. El Banco Central dijo que estaba monitoreando la situación y que, de ser necesario, articularía mecanismos para dotar de liquidez al sistema.
Peor sequía en décadas
A Argentina no le ha ido mejor. La producción de maíz, el grano más perjudicado, llegaría a 21,4 millones de toneladas, lo que representa una fuerte caída con respecto a las previsiones de diciembre realizadas por la Bolsa de Rosario, la que estimaba que la cosecha rondaría las 26 millones de toneladas. “La situación es desastrosa y la pérdida es enorme”, comentó a Bloomberg el director ejecutivo de la asociación Maizar, Martin Fragio.
Recién la semana pasada, las lluvias llegaron al área agrícola, pero no han sido suficientes como para aliviar la drástica situación del cereal. Los expertos dicen que las lluvias no pueden compensar el daño que ya está hecho y que sólo pueden ayudar a que la situación no empeore. Tampoco va a ayudar que las temperaturas puedan alcanzar los 40º C hacia la próxima semana.
A diferencia de la sequía que impactó en la producción agrícola en 2008-2009, los especialistas coinciden en que la actual está más extendida y, además, se inició antes, lo que podría convertirla en la mayor sequía registrada en 46 años.
La crisis en los granos, sumada a la que afecta al sector ganadero también por la sequía, significarían pérdidas para la economía que llegarían este año a US$ 10.300 millones, equivalente a 2,3% del Producto Interno Bruto.
Problemas en el sur
En Brasil, los estados sureños de Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, principales productores de soya, cuentan con miles de hectáreas arruinadas por las altas temperaturas, lo que ya ha dejado pérdidas equivalentes a cerca de US$ 1.500 millones. Rio Grande podría perder 25% de su producción de soya, según los cálculos de una agencia del gobierno.
Las autoridades decidieron la semana pasada destinar 30 millones de reales (US$ 16,6 millones) para el desarrollo de obras de emergencia en los tres estados golpeados por la sequía.
El secretario nacional de defensa civil, Cristiano Heckert, indicó que adicionalmente, se está gestionando un crédito de 200 millones de reales para que cooperativas renegocien deudas de los productores rurales, mientras que el ministro de Agricultura, Jorge Mendes Ribeiro, acotó que fue creado un centro de monitoreo integrado por varias dependencias gubernamentales para vigilar el desarrollo de los hechos.
El gobierno aún no ha hecho una estimación de las pérdidas, a las que también habría que sumar los daños ocasionados por las torrenciales lluvias que afectan simultáneamente a otras zonas del país.
Estimaciones de producción poco optimistas
La consultora especializada Oil World recortó sus proyecciones para la cosecha de soya en 2012 de los exportadores Argentina, Brasil y Paraguay.
La cosecha de soya en Argentina fue recortada a 50 millones de toneladas desde los 52 millones del pronóstico de diciembre.
“Es cuestionable si se podrá evitar un declive en la cosecha argentina de soya por debajo de los 49,2 millones de toneladas del año pasado”, apuntó Oil World.
La firma, además, rebajó su pronóstico para la cosecha de soya de Brasil a 71 millones de toneladas desde los 72,8 millones que estimó en diciembre. La cifra es más baja que los 75,3 millones de toneladas de la cosecha brasileña de 2011.
En el caso de Paraguay, Oil World es menos optimista que las proyecciones locales. La consultora estima que la producción caerá a 6 millones de toneladas desde 8,37 millones de toneladas en 2011.
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