Quedan menos de 80 días para que termine 2022 y las empresas lo saben. De hecho, ya están perfilando sus planes de negocio y presupuestos para el próximo año.
Y es que 2023 llegará con desafíos especiales: los expertos anticipan un próximo año difícil, con bajo crecimiento y una caída en el consumo. Los bancos seguirán siendo restrictivos en sus financiamientos, mientras que las tasas no tienen para cuando volver a los niveles pre-pandemia.
“En el ámbito empresarial, octubre es el mes ideal para iniciar el proceso presupuestario del año siguiente, el cual, de acuerdo a todos los pronósticos, vendrá con recesión”, dice Manuel Concha, CEO de Kame ERP. “Es mejor arrancar el proceso con un buen tiempo de margen, pero también es esencial hacerlo cerca del inicio del año siguiente para pronosticar con mayor exactitud”.
En la misma línea, Cristián Lecaros, CEO de Inversión Fácil, indica que, considerando que 2023 “será un año mucho más apretado en términos de números y negocios, hay que fijarse muy bien qué tipo de modelo o plan de negocio se va a llevar a cabo”.
A continuación te contamos las proyecciones de los expertos, sus recomendaciones y las mejores formas de recortar gastos.
Un 2023 “poco optimista”
Una de las claves para elaborar un buen presupuesto es analizar el futuro. “Lo fundamental es prever las situaciones que puedan alterar los gastos de la empresa. Por ejemplo, hay que pensar si podrán existir despidos el próximo año o si habrá pérdida de inventario. Existen múltiples factores que podrían influir en un plan financiero”, explica Benjamín Jordán, abogado y coordinador de la red de Experosendeudas.cl
Por su parte, Rodrigo Palma, economista y director ejecutivo de RPBM Consultores, añade que es importante tomar en cuenta las condiciones micro y macroeconómicas del país. “Es fundamental prever un escenario poco optimista, con ventas muy cercanas o incluso menores a los niveles de 2022 (aunque depende del mercado), y seguir considerando un alza en los costos, ya que si bien la inflación irá cayendo, los precios seguirán subiendo”.
Ojo con la UF y el dólar
Para armar un presupuesto anual, dicen los expertos, la clave es tener una serie de datos a mano. Por ejemplo, Manuel Concha dice que “si se trata de una empresa con historia, es clave revisar lo ocurrido durante el año anterior, agregando o quitando los nuevos servicios y/o productos, las nuevas contrataciones o instalaciones”.
Pero si es una compañía que está recién empezando, el experto comenta que “se puede utilizar como presupuesto el mismo business plan. Las variables económicas, como la UF o el dólar, también deben ser consideradas, sobre todo si -por ejemplo- se vende en ese tipo de unidades”.
¿Tiempo de ahorrar?
Considerando que las condiciones del próximo año serán desafiantes, muchas empresas están estudiando formas de recortar gastos.
Una de las principales formas de ahorro para 2023 es recortar costos fijos. Benjamín Jordán menciona los “arriendos de oficinas, ya que disminuyendo los costos se genera más rentabilidad y existen menos posibilidades de una quiebra”.
“Analizar las estructuras de costos es muy importante para revisar en qué ítems se pueden hacer recortes e intentar pasar de costos fijos a variables. Además, resulta fundamental la búsqueda de nuevas formas de producción que permitan disminuir los costos de medios de producción. En esa línea la innovación es la gran vía para aumentar la productividad de las empresas”, menciona Palma.
En esa misma línea, Lecaros afirma que “la idea es tener un modelo muy liviano y ocupar tecnología para hacer más eficiente todos los procesos para no tener tanta manualidad y mejorar la propuesta de cliente final”.
Evitar la insolvencia
Un presupuesto tiene diversos objetivos. Sin embargo, uno de los principales es generar una estructura de negocio eficiente que evite la insolvencia.
“El principal consejo es saber el umbral de rentabilidad del negocio”, dice Jordán. “Las pyme deben conocer a partir de qué cifra de venta comienzan a ganar dinero o a obtener utilidades para no bajar de ese punto de equilibrio para no caer en quiebra, salvo que la situación sea insostenible”.
Y agrega: “Es fundamental saber gestionar las deudas, porque luego las repactaciones son el peor enemigo de las pymes cuando pierden el acceso a financiamiento”.
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