El procedimiento para fijar las condiciones de competencia en el mercado de medios de pago que lleva adelante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) suma nuevas acciones entre los actores del ecosistema.
Los representantes de Banco Santander Chile presentaron un informe en el Tribunal en el que entregaron una serie de recomendaciones respecto a la interoperabilidad y competencia en este negocio, apuntando a modificar el modelo de negocios que tiene Transbank, principal actor del sistema.
El documento fue elaborado por la consultora internacional Compass Lexecon y sus autores son Fernando Coloma Ríos y Jorge Padilla.
En sus conclusiones, el informe de Santander resaltó que los beneficios del modelo de cuatro partes que se está implementando en el sistema de medios de pago "dependen de la posibilidad que tenga este sistema de abrir la competencia en los segmentos de adquirencia y emisión de tarjetas".
Enfatizó que es necesario reducir al máximo las asimetrías de operación que enfrentan adquirentes y emisores entrantes, "que no estén explicadas por diferencias en su nivel de eficiencia, sino que por problemas de interoperabilidad que están fuera de su control".
Asimismo, hizo hincapié en que "se necesita promover la bancarización y expansión del tamaño del mercado, para lo cual resulta muy útil la flexibilidad que otorga la regla HAC para promover la aceptación de tarjetas de prepago y establecer subsidios cruzados que ayuden a estimular la emisión y uso de este tipo de tarjetas"
La regla HAC en el sistema de medios de pago es la obligación de los comercios de aceptar todos los productos que ofrezca una marca que son sus tarjetas de crédito, débito y prepago.
Aplicación de la regla HAC
A juicio del banco, esto "permite que el sistema gane flexibilidad para rebalancear la estructura de tasas de intercambio (TI) entre los distintos tipos de tarjeta y entregar los incentivos adecuados a emisores y tarjetahabientes para maximizar el valor de la plataforma".
De concretarse, el banco aseguró que se haría posible a que se generen subsidios cruzados y eficientes que permiten incrementar las TI para transacciones con tarjeta de prepago a cambio de disminuciones de las TI de tarjetas de débito y/o crédito, sin que se afecte el grado de aceptación de tarjetas por parte de los comercios.
"Esto debiese llevar a un incremento del volumen de transacciones y del bienestar social debido a la promoción de la emisión y uso de tarjetas de prepago, las que están llamadas a bancarizar a un segmento de la población rezagado, lo que, a la vez, genera externalidades positivas a los comercios y promueve la entrada de nuevos adquirentes", sostiene el informe de Santander.
El banco de capitales españoles además de entrar al negocio de adquirencia con Getnet, incursionó en la emisión de tarjetas de prepago y lanzó Superdigital. Bajo este producto la entidad financiera tiene más de 146 mil clientes.
Rol de Transbank
En el documento criticó que "no todos los actores de la industria tienen los incentivos necesarios para la transición rápida y armónica hacia un modelo de cuatro partes en el que exista una real apertura a la entrada y expansión de adquirentes y emisores".
Por ello, requirió que el TDLC intervenga para su "crucial implementación" y sugirió hacer tres cambios al sistema de medios de pago. Algunos de ellos implican cambiar el modelo de negocios de Transbank, en donde Santander aún tiene el 24,9% de la sociedad.
Esto, luego que decidió aventurarse en el negocio de la adquirencia con Getnet y en donde hoy está presente con más de 20 mil POS y aspiran alcanzar el 15% del mercado en tres años.
La primera recomendación del informe es que se exija a Transbank habilitar el sistema para la autenticación de transacciones no presenciales con emisores locales, tal como lo hace actualmente en las transacciones efectuadas con emisores internacionales.
Según el documento, "esto incentivará la adopción de este sistema por todos los emisores, con lo que se facilitará la entrada al comercio online de adquirentes que están obligados a utilizar el sistema de autenticación de transacciones".
La segunda sugerencia es que se eliminen las "discriminaciones no justificadas en favor de proveedores de servicios de pago que operan como subadquirentes conectados a la red de Transbank, que llevan a otorgarles ventajas competitivas por sobre nuevos adquirentes no explicadas por un mayor nivel de eficiencia y que, además, incrementan los riesgos del sistema de pagos".
La implicancia de esta medida será obligar a que los controles para prevenir el lavado de activos y financiamiento del terrorismo, así como los estándares de seguridad que adoptan para prevenir fraudes, sean equivalentes a los exigidos a los nuevos adquirentes que operan en un modelo de cuatro partes.
Y la última recomendación es permitir a las marcas como Visa y Mastercard, de imponer la regla HAC. A juicio del banco, "resulta beneficiosa para la entrada y expansión de tarjetas de prepago y, con ello, estimula el desarrollo y profundización del sistema de pagos en Chile".
Por ejemplo, se juzgó que la no aceptación de ciertas tarjetas, como las de prepago en los POS o botones de pago de Transbank, "dificulta la entrada de nuevos emisores, ya que éstos ven mermado su potencial competitivo debido a que una baja aceptación de sus tarjetas por parte de los comercios implica una peor propuesta de valor a sus clientes".
Ahondó que esto genera problema de interoperabilidad de estas nuevas tarjetas, lo que "implica que la posibilidad de que tarjetas de prepago de nuevos emisores entren al mercado depende en parte de contratos que se celebren entre los respectivos comercios y Transbank".
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