Chile destaca en ranking OCDE sobre comercio de servicios, pero advierte necesidad de reformas

Al generar más de dos tercios del Producto Interno Bruto (PIB) global, atraer a más de tres cuartas partes de la inversión extranjera directa en los países avanzados y emplear a la mayoría de los trabajadores, los servicios son un elemento clave para la economía mundial. Pero, lamentablemente, han sufrido uno de los mayores golpes durante la pandemia.

El reciente informe alerta que no solo el año pasado, sino que las tendencias de las políticas hasta 2021 muestran un ritmo creciente en la construcción de nuevas barreras al comercio de servicios en todos los sectores principales, el cual cayó un 24% en el tercer trimestre de 2020 en comparación con el mismo período del año anterior.

El análisis cubre las regulaciones al comercio de servicios en 48 países que representan más del 80% de las exportaciones mundiales del sector, y destaca que las mejores economías -en términos de buenas prácticas regulatorias-, incluyen a República Checa, Letonia, los Países Bajos, Japón, Lituania y el Reino Unido.

Si bien Chile no es parte de este grupo selecto, cuando la OCDE ordena en un ránking los resultados, el país es el que sigue a las naciones relevadas por sus buenas prácticas. En concreto, los índices STRI toman valores entre cero y uno, siendo uno el más restrictivo, y la economía local está bajo el 0,2%, un mejor indicador que el promedio del grupo de países.

La entidad señala que el resultado nacional en el STRI 2020 está muy por debajo del promedio de la OCDE y es bajo en comparación con otros países de la muestra, lo que si bien es positivo, no ha cambiado desde 2019.

Hacia mercados más abiertos
"Ha habido pocas reformas en los últimos años, excepto cierta liberalización en logística y banca comercial", se lee en la minuta sobre el país, que plantea que "la innovación y adopción de tecnología se basa en el acceso al conocimiento y a las redes, personas, bienes y servicios que transportan el conocimiento en todo el mundo. En este contexto, Chile podría beneficiarse de mercados más abiertos para el comercio de servicios".

En lo relativo a la pandemia, el documento indica que aunque Chile ha adoptado varias medidas en respuesta al coronavirus, estas fueron temporales o no han sido directamente relevantes para las acciones consideradas en la elaboración del STRI. "Muchos países han endurecido su marco regulatorio luego del impacto del Covid-19, al endurecer su proceso de selección de inversiones o sus requisitos de visas", alerta el informe.

La OCDE precisa que el resultado de 2020 se explica en parte por el bajo nivel de regulación restrictiva en toda la economía, que se aplica en particular a los servicios profesionales. Además, plantea que Chile es también uno de los pocos países sin restricciones de capital extranjero en los servicios de transporte aéreo, el que es comparativamente uno de los sectores menos restrictivos.

"Otras medidas comunes a todos los sectores son las limitaciones a la adquisición de tierras o inmuebles por parte de extranjeros a lo largo de la costa y las zonas fronterizas, y la falta de una obligación general de publicar las leyes y reglamentos antes de que entren en vigor o de abrir los borradores de los reglamentos al comentario público", dice el organismo, que reconoce que en algunos sectores existen mecanismos específicos de consulta a la sociedad civil.

En el detalle, el reporte precisa que los servicios de contabilidad, transporte aéreo, servicios legales y servicios de arquitectura son los que logran la puntuación más baja en relación con el STRI promedio en todos los países, mientras que, por el contrario, los servicios de radiodifusión, telecomunicaciones, corretaje de aduanas y mensajería son los que alcanzan el mayor puntaje en relación con la media del indicador.