Larraín Matte suma apoyos y abre nueva etapa de cara a la próxima elección de la Sofofa

Nada fácil ha resultado la búsqueda del candidato de consenso para la elección que vivirá en abril o principios de mayo la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). Figuras como Rodrigo Álvarez y Fernando Barros finalmente no despegaron. Y cuando el actual timonel del gremio, Hermann von Mühlenbrock, creía tener la mejor carta, Fernán Gazmuri se mostró reticente a la posibilidad de ser su sucesor.

¿El resultado? La llegada de marzo reactivó la incertidumbre de los consejeros frente a la disyuntiva que enfrenta el gremio cuando a pocas semanas aún no sale a la luz un nombre fuerte y con apoyos transversales. Incluso, algunos industriales reconocen que en los últimos días han llamado personalmente a Von Mühlenbrock para saber el avance que ha tenido en el rol que le encomendó el consejo de ser el “head hunter” en este proceso.

Y la preocupación no parece ser del todo injustificada. Tras el último consejo general de los industriales previo al receso, Von Mühlenbrock junto a sus vicepresidente invitó a cenar a Gazmuri para proponerle ser la carta de unidad para el próximo período. La negativa del presidente de Citroën no se hizo esperar, pero uno de los vicepresidentes tanteó la opción -a modo de garantía- de trabajar en una lista de apoyos concretos para que el empresario se diera tiempo de pensar en el desafío.

Desde entonces hasta hoy, el actual timonel de la Sofofa ha liderado una serie de reuniones con consejeros del gremio para sondear los apoyos y escuchar sugerencias, pero también Gazmuri entró a dialogar con quien se perfila como el líder natural del denominado “grupo de los cinco”: Bernardo Larraín Matte.

La irrupción del presidente de Colbún en medio la búsqueda de la carta de consenso no es antojadiza. El empresario del sector energético ha reconocido claramente en privado su intención de alcanzar la Sofofa y sus movimientos para lograr ese cometido vienen desde hace varios meses. Aunque a fines de febrero Gazmuri y Larraín Matte se reunieron en completo hermetismo sin dar señales de los temas que se instalaron sobre la mesa, meses antes el presidente Colbún ya había visitado al presidente de Citroën, en un intento de tantear terreno con las cartas fuertes que se posicionaban como favoritas para el sector de Von Mühlenbrock.

En la cita, Manano -como le dicen sus amigos-, se sinceró a Gazmuri que pretendía ser el sucesor de Von Mühlenbrock en Sofofa, que no temía posibles coletazos por la relación de su familia con el caso CMPC y que su intención ya la había conversado con su familia. La recomendación de Gazmuri fue que conversara con Von Mühlenbrock y le planteara su ánimo por presidir a los industriales considerando que él concentra el apoyo del consejo.

En privado algunos consejeros ya asumen que Gazmuri no se aventurará sin garantías y que, de hecho, ya decidió marginarse de este proceso. Por esto, en los últimos días ha cobrado fuerza la opción de Larraín Matte que no solo tiene ganas sino que apoyos. Según trascendió, contaría con el respaldo de los grandes grupos económicos y de los empresarios jóvenes que buscan imponer la renovación en un gremio que para muchos ha quedado en el pasado. Su participación en Icare, por ejemplo, sería uno de los antecedentes lo habría ayudado a posicionarse como un hombre con liderazgo y discursos renovadores. Además, empresarios históricos del gremio como Rafael Guilisasti mirarían con buenos ojos esta opción.

Sin embargo, pese a la negativa de Gazmuri, en la mesa directiva del gremio insistirían en que el presidente de Citroën puede ser la sorpresa de último minuto, ya que el naipe de opciones sigue abierto. Asimismo, la próxima semana se reactivaría esta discusión, ya que se planea que la mesa directiva se reúna para que Von Mühlenbrock detalle el avande de las conversciones que viene sosteniendo desde fines del año pasado.

Esto, porque si bien hay coincidencia en que “no hay apuro” por anunciar el nombre de unidad en el consejo general de los industriales de este mes, hay conciencia en que es necesario tomar una definición en cuanto sea posible para no dar pie a una competencia que termine por dañar la imagen del gremio.

Con todo, algunos consejeros insisten en que ningún nombre puede ser descartado.