Nueva jornada laboral de 41 horas: parlamentarios y PYME afirman que gradualidad será clave

El mundo político y empresarial comienza a reaccionar ante la nueva propuesta del gobierno de presentar una indicación a su proyecto de adaptabilidad para reducir desde 45 a 41 horas semanales la jornada laboral, en respuesta a la moción de la diputada comunista Camila Vallejo, que apunta a bajar desde 45 a 40 horas el máximo legal de horas trabajadas cada siete días.

La senadora de la DC e integrante de la comisión de Trabajo, Carolina Goic, señaló que "me parece bien que el gobierno se abra a la discusión de la rebaja de jornada en nuestro país, esto debe ser una oportunidad para avanzar en una mirada del futuro del trabajo, en términos de una oportunidad en cómo logramos tener una legislación que combine la rebaja con mayor adaptabilidad, una gradualidad razonable y tomando en cuenta la diferencia entre las grandes y pequeñas empresas".

Para el integrante de la misma instancia pero de RN, senador Andrés Allamand (RN), es "fundamental" que la rebaja de jornada vaya "acompañada de flexibilidad" y eso es "precisamente" lo que logra este proyecto del gobierno, asegura.

"De esta manera, el debate se traba legítimamente y van a poder discutirse las ventajas y desventajas de los dos proyectos. La fórmula del gobierno es mucho más adecuada para los objetivos que la rebaja de jornada debe perseguir", recalca el exministro.

El diputado Patricio Melero (UDI), integrante de la comisión de Trabajo de la Cámara, espera que dicha indicación del Ejecutivo, radicada en el debate del proyecto de adaptabilidad en el Senado, llegue "pronto" a la Cámara donde está el proyecto del PC "y podamos conciliar las dos visiones. Le queremos pedir a los diputados comunistas que se allanen a flexibilizar su proyecto que es muy rígido y que ayuden a que el efecto que va a tener sobre el empleo y la economía sea menor y gradual".

La presidenta de la comisión de Trabajo de la Cámara, Gael Yeomans (Frente Amplio). calificó como "bien contradictorio" el actuar del Ejecutivo, ya que "primero el ministro dice que quiere congeniar el proyecto, luego el Presidente dice que quiere llevar el proyecto al TC y que lo voten en contra, ahora dicen que van a ingresar una indicación, o sea, simplemente esto da cuenta que el gobierno está desesperado y no da respuesta adecuada a un proyecto que es ampliamente respaldado por la sociedad y ahora se suman hasta parlamentarios de su sector".

Por el lado de los empresarios, el titular de la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme), Marcos Carter, plantea que "está bien" que se quiera reducir la jornada laboral, "pero aquí se habla de una flexibilidad y eso hay que conversarlo".

"Es preocupante para las PYME este cambio porque son muchas las PYME que hay en el país, pero el diálogo es que lo puede llevar a un acuerdo. El cambio de 45 a 41 horas y la flexibilidad es positivo, pero entiendo que es un golpe fuerte para las mipymes y eso hay que ser franco y decirlo, eso es lo que debemos conversar más con la autoridad para entender bien lo que se quiere hacer", cerró el dirigente gremial.