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Expertos llaman a simplificar entrega de ayudas sociales y prepararse para reto del mercado laboral pospandemia

Menos requisitos son clave en estos tiempos, donde la situación de la población cambia muy rápido. No se trata de problemas con los instrumentos.

Por: Pamela Fierro E. | Publicado: Viernes 23 de abril de 2021 a las 04:00 hrs.
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Foto: Agencia Uno
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La frase “no cumple con los requisitos” marcó el comienzo de semana para muchas familias que quedaron fuera del beneficio de bono de clase media anunciado por el Gobierno, lo que encendió los reclamos en las redes sociales.

Ante las críticas y la inminencia de la votación del tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones, el Ejecutivo optó por ampliar el universo de quienes pueden recibir el IFE a 13 millones de personas e, incluso, la ministra de Desarrollo Social (MDS), Karla Rubilar, anunció que de ser necesario evaluarían una nueva herramienta para llegar a todos los que necesiten recursos para enfrentar la pandemia.

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Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas UC, afirma que las ayudas sí han llegado, aunque no en un 100%, y aporta data: en la encuesta Bicentenario de la UC de 2020 una alta proporción del estrato más vulnerable dijo haber recibido apoyo del Gobierno y municipios; y en la Encuesta del MDS, INE y PNUD, el primer quintil declaró que un 58% sí obtuvo ayudas y un 55% del segundo.

Además, la Cepal, el Banco Mundial y el BID -a través de microsimulaciones- concluyeron que la pobreza no subirá al doble a pesar de la caída de los ingresos, por el IFE y el ingreso mínimo garantizado.

“Hay un rezago de necesidades insatisfechas y siempre podría haber más instrumentos”, agrega al tiempo que valora las voces que advierten problemas de burocracia, irregularidades y problemas en la entrega de los beneficios.

Según datos del MDS, hoy existen 3.713.081 hogares beneficiados, de un total de 6.457.462 registrados.

Para la vicerrectora de Asuntos Económicos de la U. de Chile y exsubsecretaria de Evaluación Social, Heidi Berner, el problema no es el instrumento, sino un mal diseño de política pública.

Las cortapisas vienen dadas por los numerosos requisitos para acceder a las ayudas, porque no basta con estar en el 80% más vulnerable del Registro Social de Hogares, como se amplió a principios de semana.

Además, puntualiza que quizás las personas hoy aparecen con algo de ingresos formales, pero antes de la pandemia hacían más cosas para complementarlos, como vender en la feria y hoy no pueden salir.

A su juicio, se debiera subir el límite de aporte hacia los $ 500 mil para un hogar de cuatro personas, si la idea es que la gente no salga de sus hogares.

Vulnerabilidad de hoy

El socio de FK Economics, Jorge Fantuzzi, señala que si bien hay personas que potencialmente pudieron quedar fuera de los beneficios, valora la diversificación de las medidas. Y ejemplifica: “Tal vez, la persona no tuvo el bono para la clase media, pero la empresa donde trabaja recibió el Fogape y pudo mantener el empleo por el seguro de Cesantía”. Por ello, insta a mirar el conjunto.

No obstante, considera que siempre hay espacio para mejoras. Si bien cree que el Registro Social de Hogares funciona relativamente bien para tiempos normales, no ha ocurrido lo mismo en tiempos de pandemia generando problemas de focalización.

Fantuzzi plantea que, en situaciones de catástrofes, como la actual pandemia, terremotos o incendios se debe mejorar la temporalidad. “En un incendio alguien puede perderlo todo en el momento y no califica para recibir beneficios si tuvo ingresos en los meses anteriores, y se debe dar cuenta que la vulnerabilidad es ahora”, precisa.

En LyD están preparando un compendio con la respuesta del Gobierno a la pandemia. La Coordinadora del Programa Pobreza, Vivienda y Ciudad, Paulina Henoch, advierte que “la forma y el tiempo en que estaba diseñada la política social no se relacionaba con la crisis que estábamos viviendo y la capacidad de respuesta el Estado”.

Tampoco se tenía muy clara la duración de esta crisis. “Ahora que llevamos más de un año, varios de los instrumentos debieron haberse pensado de forma distinta”, dice y plantea la importancia de revisar por qué hay familias afectadas que no están recibiendo beneficios y la clave es simplificar.

Hacia adelante

Tanto Henoch como Irarrázaval coinciden en que ahora es clave generar mecanismos para el reingreso al mundo laboral.

“Necesitamos que las familias, las personas que estaban trabajando, vuelvan a hacerlo, que vuelvan a emprender, a tener capital para salir adelante”, añade Henoch.

Mientras que Irarrázaval ve espacio para transformar los instrumentos confiados en que la pandemia terminará gracias a las vacunas.

“Hay que hacer instrumentos para la reinserción laboral con mucha fuerza, ya se han inventado algunos, pero dado que estamos en cuarentena las expectativas laborales son relativamente limitadas, es muy importante todo lo que sea estímulo al empleo y esos mecanismos hay que revisarlos para que sean expeditos, así como se han ido simplificando los procedimientos de acceso a esos programas de subsistencias como el IFE”.

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