Inflación: baja en expectativas abre camino a nuevo recorte de tasa

El mercado espera que la presión sobre los precios locales se mantenga baja en los próximos meses y para junio incluso una parte prevé que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sea negativo.

Así lo muestran las expectativas en el mercado financiero, que anticipan un dato entre -0,05% y 0,03% para el IPC del mes en curso y evidencia un descenso en los registros esperados para julio y agosto (ver tabla). Si tales pronósticos se concretan, la inflación se ubicará por debajo del 2% en el mes de julio, lo que da más fuerza a la posibilidad de que el Banco Central tenga espacio para aplicar un nuevo recorte a la tasa de política monetaria (TPM), que actualmente se encuentra en 2,5%, nivel en el que se mantendría por el resto del año.

El viento a favor

Como explica Waldo Riveras, economista de BBVA Research, en mayo la difusión inflacionaria (número de productos que aumentó de precio) fue muy bajo y evidencia una tendencia que se podría replicar en los meses siguientes. “Una inflación negativa en junio y una muy baja en julio nos dejan bajo el 2% (anual) y eso le plantea dudas al Central. Por ahora vemos difícil que mueva la tasa en julio, pero en agosto si se da el escenario descrito, debería evaluarlo”, plantea.

Para Felipe Alarcón, de EuroAmerica, la baja en las expectativas de junio responde a que el mercado prevé una corrección en el ítem paquetes turísticos, luego del alza de 25% en mayo, a lo que se suma una evolución acotada en los precios de los alimentos en 2017 versus los últimos cuatro o cinco años.

“Si se gatilla este escenario de baja inflación sumado a un Imacec de junio que puede ser muy malo por efecto de las lluvias -que obligó a la minería en la Segunda Región a cerrar por tres o cuatro días-, podría generar alguna presión sobre el Banco Central”, sostuvo.

Según el gerente de Gestión Financiera de Banco Internacional, Javier Urzúa, si los próximos IPC no suman más de 0,3%, “efectivamente no hay presión de precios”. “Además, el petróleo bajó casi 20% y el tipo de cambio, que estaba en $ 680, ahora está cercano a $ 663. Ambos son factores que podrían estar ayudando a que la inflación en doce meses se acerque más al 2%”, indica Urzúa.

El economista de Santander, Álvaro González, también cree que si el precio del petróleo se mantiene en los niveles actuales, en julio el IPC anual podría ubicarse bajo el 2%, aunque afirma que se trataría de una situación temporal.