Medidores eléctricos bajo la lupa

Desde la aprobación del cambio de medidores que fue aprobada en la Cámara de Diputados para el 25 de enero, se ha generado una polémica que va desde su financiamiento hasta la sensibilidad de medición.

De los medidores actuales 4,2 millones el usuario es dueño pero 1,8 millones son arrendados. Para septiembre de 2018, la tarifa de arrendamiento variaba según la zona entre $250 y $350 y era cobrado a través de la boleta. A diferencia de los que serán instalados como nuevos, el financiamiento y mantenimiento de los aparatos, correrá por la empresa suministradora del servicio, sin embargo al ser asumido por estas, el costo del servicio tendrá un incremento para el usuario pero una disminución en gastos para la organización (por prescindir de un técnico que visite los hogares).

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Por su parte, otro de los temas que destapó la furia del gremio eléctrico, ha sido la sensibilidad de medición que pueda tener uno u otro. Sin embargo, el director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, explica que ambos medidores miden de manera equitativa el nivel de consumo, es decir, no existe variación en la capacidad de lectura entre los actuales y los nuevos, ambos miden de la misma forma, lo que varía es velocidad ya que uno es electromagnético y el otro digital, lo que permite que uno sea medido de forma mensual y el otro diariamente, respectivamente.

Los nuevos medidores a cambiar deberán estar instalados para el 2025 en todo Chile y otra discusión sobre la mesa es qué tan vulnerables son a un hackeo de sistema o de información de la red por parte de un tercero, según Castillo, toda información de lectura que esté ya en la red del sistema es "hackeable", tanto con los nuevos como con los antiguos.

Medidor actual vs. Medidor nuevo