Energía

Pacific Hydro y Statkraft pierden arbitraje con constructora brasileña

Tras más de seis años de tramitación, el joint venture tendrá que pagar US$ 35 millones.

Por: P. Vargas y J.Esturillo | Publicado: Miércoles 26 de julio de 2017 a las 04:00 hrs.
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Tras más de seis años de tramitación, finalmente se resolvió el polémico arbitraje entre Tinguiririca Energía, el joint venture conformado por Pacific Hydro y la noruega Statkraft, y la brasileña Queiroz Galvao, por las discrepancias en torno a la construcción de la central hidroeléctrica La Higuera, el primer proyecto que esta sociedad impulsó en la cordillera de la Región de O´Higgins.

El resultado del litigio privado fue favorable a la constructora e implicará un pago de US$ 35 millones por parte de la sociedad, a lo que se suma el IVA cancelado por la brasileña.

El caso es uno de los varios conflictos entre el joint venture y distintas empresas que estuvieron involucradas en esta iniciativa de pasada de 155 MW de capacidad instalada, que tras un retraso en su construcción fue inaugurada en septiembre de 2010 y demandó una inversión de US$ 300 millones.

El tribunal arbitral estuvo conformado por Juan Carlos Dörr, Arturo Vergara y lo presidió Enrique Barros Bourie.

Este es el segundo arbitraje que se resuelve entre ambas partes. El primero se remonta a 2009 y estuvo relacionado con los sobrecostos y mayores plazos para concretar la construcción de los túneles de la central que Queiroz Galvao enfrentó a raíz de la condición de la roca que encontraron.

La sentencia de ahora corresponde al conflicto que explotó en 2011, cuando Tinguiririca Energía dio por terminado el contrato con la brasileña y cobró las boletas de garantía, lo que gatilló un arbitraje internacional de acuerdo al Reglamento de las Naciones Unidas.

Tinguiririca Energía se formó en 2004 y actualmente su propiedad está ligada a la estatal noruega Statkraft y a Pacific Hydro, controlada desde inicios del año pasado por la también estatal de origen chino, State Power Investment Corporation (SPIC), que es parte de uno de los cinco mayores grupos de generación energética en China y compró el negocio del fondo australiano FMI.

La constructora brasileña fue representada por el estudio de abogados Pellegrini & Cia.

Complicaciones

El retraso en las obras de La Higuera complicó financieramente al joint venture, que tenía un contrato con la ex Chilectra, compromiso que durante varios años tuvo que cumplir realizando compras de energía a precio spot, por no contar con la central produciendo.

Luego, en agosto de 2011 el colapso de una parte del túnel de aducción del complejo mantuvo a la unidad sin operar por dos años, volviendo a generar recién a fines de mayo de 2013.

La Confluencia, central vecina que es el segundo activo del complejo, también enfrenta un conflicto con contratistas. En ese caso es el consorcio entre Hochtief y la desaparecida Tecsa.

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