Minería

Opositores a Mina Invierno: “El cierre es cuestión de tiempo, el proyecto nunca debió haber existido”

Matías Asún, director de Greenpeace explica su visión del conflicto y acusa que desde un inicio se sabía que este proyecto necesitaría usar tronaduras.

Por: Andrés Pozo B. | Publicado: Miércoles 26 de junio de 2019 a las 17:43 hrs.
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Hace unos días, ocho organizaciones y 27 personas naturales se sumaron como terceros en el recurso que la organización Alerta Isla Riesco tiene interpuesto en el Tribunal Ambiental de Valdivia contra la resolución que autoriza las tronaduras en Mina Invierno, yacimiento de carbón en la región de Magallanes.

Uno de los voceros de los opositores a la mina de carbón es Matías Asún, director de Greenpeace, quien explica su visión del conflicto y lo que está pasando con la paralización. A su juicio, la operación es inviable y acusa que la gerencia siempre tuvo claro –desde cuando tramitó el permiso original- que sería necesario utilizar tronaduras, las que no se incluyeron en el permiso original, porque no habría logrado ser aprobado.

-¿Cómo ven la situación que se ha generado en torno a la paralización de Mina Invierno?

-Primero, queremos aclarar que el rumor de que la mina puede paralizarse lleva dos años y la empresa lo ha hecho más que evidente a través de su equipo gerencial, que dicen que necesitan hacer tronaduras, algo que comenzamos a ver hace dos años. Nosotros creemos que esto es una modificación sustancial al proyecto original, con otros niveles de impacto, por lo que tenía que tener una evaluación ambiental completamente.

Además, desde un principio se sabía que la empresa había evaluado un proyecto inicial, pero no el completo. Nosotros vemos que esta es una de las operaciones más oscuras para evaluar un proyecto sin transparentar todos los efectos. Con tronaduras, el proyecto original no se habría aprobado en 2011.

-¿Se ha argumentado que hubo un cambio en el mercado que justifica esto?

-Las condiciones del mercado cambiaron hace más de diez años. Cuando el proyecto estaba en estudio, el precio del carbón ya había bajado y eso nos llevó a señalar desde ese minuto que se iban a requerir explosivos y que el tema del rajo móvil y el impacto acotado, no era viable. La apuesta de una economía en el carbón era muy arriesgada. La industria del carbón existe fundamentalmente, porque hay un subsidio de forma indirecta, dado por los mínimos impuestos verdes que existen, los que no logran reparar sus impactos y, además el carbón se importa, pero no tributa como debiese por las externalidades que genera en temas de agua, salud en la población, etc.

-Uno de los argumentos de la empresa para cuestionar la decisión del Tribunal Ambiental es que no se tomaron en cuenta informes técnicos…

-Al llegar este gobierno dio un giro respecto del anterior, ya que a los pocos días de asumir, aparece una nueva visión a través de un informe que mostró que estaba tomando partido por la mina.

El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) en este gobierno cambió su posición respecto del proyecto. Eso es lo que todavía tiene a las tronaduras en juicio. Es un apoyo a la minería del carbón que contradice acuerdos de cambio climático. Que el SEA defienda las tronaduras, es desmarcarse del discurso de descarbonización del presidente. No se entiende la acción del SEA sino como un apoyo a Copec y Ultramar.

-¿Cómo ve los efectos en el empleo y la economía de la región por el cierre de la minera?

-El cierre de Mina Invierno es cuestión de tiempo, el proyecto nunca debió haber existido, porque no se sostiene sin subsidios. Hoy estaría muerto, si el gobierno no hubiera cambiado sus informes. Bajo esa premisa, la mina va a cerrar, los trabajadores van a perder sus fuentes de trabajo. Eso siempre lo supo la gerencia y se usó la situación para intentar revertir una medida precautoria de Tribunal Ambiental en un territorio de alto valor en biodiversidad.

-¿En la región dicen que la reconversión es difícil y cuesta ver qué se puede hacer si tanto la minería como la salmonicultura están cuestionadas y con riesgos para seguir operando?

-Quiero ser más esperanzador. Es muy importante señalar que Magallanes tiene potencial en las energías limpias. En vez de usar a los trabajadores como escudos económicos, despidiéndolos sin siquiera esperar a que los Tribunales resuelvan, habría que favorecer la reconversión hacia otras fuentes de energía como el viento o el mar. Los trabajadores pueden ser reconvertidos. Esto no es fácil y nunca lo ha sido, pero no se pueden tomar opciones fáciles. Se requiere una visión seria donde industrias que se beneficiaron, sean responsables en dar el giro.

Ayer estuve escuchando a los dirigentes sindicales y ellos acusan manipulación de la empresa y instancias gremiales, que solo se mueven por intereses propios. Ellos están defendiendo sus intereses y tienen el legítimo derecho de hacerlo, pero esto se trata de tener industrias responsables.

-¿Pero cómo lo hace una región sin estas industrias?

-Hoy lo que tenemos es que la minera es una contradicción, porque atenta contra el turismo. ¿Quién quiere ir a ver playas repletas de plástico y escuchar tronaduras en un parque nacional? Eso atenta contra industrias sustentables. Hay que impulsar planes integrados en una economía sostenible, que favorezca una acuicultura local, que podría generar empleo, zonificando el borde costero; donde se fomente el turismo local, no la instalación de grandes cadenas, sino que se abra la Patagonia al mundo, pero protegiéndola de prácticas depredatorias de grandes cadenas. Esto no es ciencia ficción, esto se puede hacer.

 

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