Dueños de heladería Bravissimo negocian ingreso de socio

Todo partió en 1987. Ese año, Guillermo Prieto lideró a un grupo de socios en un nuevo emprendimiento que se llamó Bravissimo: una heladería orientada a los jóvenes con pantallas de televisión con proyección de video clips.

El primer local fue en Providencia 1406, casi al llegar a Manuel Montt. El éxito no fue inmediato. La estacionalidad de los helados los llevó a ampliar el concepto y sumaron desde pasteles hasta hamburguesas, pasando por un amplio espectro de opciones, como desayunos y almuerzos. La apuesta fue tener alimentos para todo el día.

La empresa se transformó en una de las principales heladerías del país: hoy, la compañía maneja 34 locales entre Calama y Temuco, concentrados principalmente en Santiago.

No obstante, la nueva competencia, tanto local como de marcas extranjeras, está afectando su resultados, a lo que se suma una baja rentabilidad de algunos locales ubicados en zonas con poco tráfico.

Esto ha llevado a que la compañía enfrente un complejo escenario financiero. Dado esto, los dueños de la firma están negociando la inyección de capital fresco a través del ingreso de un nuevo socio. Las negociaciones están muy avanzadas, según explican conocedores del proceso que piden reserva de su nombre.

El ingreso de un socio también ha sido informado por ejecutivos de Bravissimo a proveedores que han sufrido el retraso de sus pagos.

Pese a los llamados y envió de correos electrónicos, no fue posible contactar a Guillermo Prieto para tener su versión de los hechos.

Proyecciones

Uno de los sellos diferenciadores de la empresa es que elabora diariamente los helados en cada punto de venta, mientras su competencia fabrica de manera centralizada y luego reparten en sus locales. Esta es una de las características que Bravissimo quiere explotar para enfrentar la llegada de nuevas marcas al país.

Además, al interior de la compañía se estudia una reformulación en el modelo de negocio, que considera el cierre de los locales que evidencian los peores resultados y, con la inyección de recursos, en caso que se concrete el ingreso de un socio, abrir nuevos puntos en zonas estratégicas con alta afluencia de público.

Las negociaciones no han sido fáciles, dado que varios de los interesados en entrar a la propiedad de la empresa han planteado que primero se inicie un Procedimiento Concursal de Reorganización de la Empresa Deudora.

Este es un procedimiento judicial, que tiene por finalidad la reestructuración de los pasivos y activos de una empresa deudora, cuando ésta es viable.

En caso que se decida por esta fórmula, la empresa debe presentar una solicitud a tribunales, se nomina a un veedor y se inicia un período de protección financiera, período durante el cual no puede solicitarse ni declararse su liquidación, ni iniciarse en su contra juicios ejecutivos, ejecuciones de cualquier clase o restituciones en juicios de arrendamiento.

En medio de este período, se debe presentar la propuesta de acuerdo de reorganización y se verifican las deudas, tras lo cual la junta de acreedores debe validar el convenio. La empresa durante este período no podrá enajenar y/o gravar sus activos.

Los acreedores respaldarían esta fórmula -donde el principal es el Banco Santander-, ya que según los análisis, Bravissimo sería una empresa viable.

Se espera que los antecedentes para concretar la reorganización se presenten en las próximas semanas.