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🔊Gian Franco Lombardi: “Tenemos un cartel hace dos meses tratando de conseguir más gente. Hay poco interés”

Pese a la pandemia, el empresario de Arica asegura que el negocio agrícola “ha andado bastante bien”. Enfatiza que, además de la escasez de mano de obra, uno de los problemas más complicados es el agua.

Por: Karen Peña | Publicado: Viernes 23 de julio de 2021 a las 04:00 hrs.
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Gian Franco Lombardi Gerente general de Haciendas Piemonte empresario agrícola de la región de Arica
Gian Franco Lombardi Gerente general de Haciendas Piemonte empresario agrícola de la región de Arica

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Un exoficial de Ejército dedicado hoy a la agricultura. Es parte del perfil del gerente general de Haciendas Piemonte, Gian Franco Lombardi, quien junto a sus hermanos maneja el campo de 250 hectáreas donde en el camino han tenido que diversificarse e ir más allá de las aceitunas.

En medio de la separación de Arica y Tacna, su abuelo se radicó en la primera de estas ciudades, aunque su trabajo en las minas de azufre quedaron en el lado peruano. Viajaba todos los meses y en eso compró un campo el año 1952, pero en una de las bajadas de la mina tuvo un accidente y el padre de Lombardi se hizo cargo del campo, que en ese entonces sumaba 40 hectáreas.

El empresario relata que hubo un período en los 70 en que el campo estuvo arrendado, emigraron a Canadá y después regresó su hermano mayor (Raúl) el año 1984. En los años siguientes, “empezamos a comprar otras parcelas en el valle. Llegamos a comprar 250 hectáreas y a plantar 20 mil olivos. Y de los 3 mil kilos originales de producción pasamos a unos 1.200.000 kilos”, recuerda.

“Las aceitunas fueron muy buen negocio en su tiempo”, destaca. Llegaron a exportar a países como Estados Unidos, Canadá y Grecia, que es uno de los mayores productores del mundo. Pero en los años ‘60, Perú -que era una buen cliente de aceituna de Arica- impuso una ley que prohibió la importación. “Solo permitió la importación de aceitunas en frasco y empezaron a plantar mucha superficie. Intentamos por todos los medios mantener el negocio rentable (...) hasta como el año 2005 uno podía tener algo de rentabilidad en las aceitunas. Posteriormente, ya fue todo a pérdida y comenzamos a arrancar los árboles y buscar alternativas”, dice.

Así, el año 1986 ya estaban produciendo tomates en forma más eficiente, transitando luego desde rendimientos de 15 toneladas a más de 300 por hectárea.

“El tomate es el principal negocio de nosotros en este momento. Lechuga y tomate es la base para todas las ensaladas y en el valle se produce eso y además pimiento. Pepino de ensalada, zapallo italiano, son los principales productos en este momento en el valle”, cuenta. Sobre el alza de los precios de los alimentos, recalca que esto funciona con oferta y demanda. Por ejemplo, dice, partieron con una producción entre 7-8 mil cajas por corte, pero por los días nublados y fríos que han tenido, les bajó a 4.500 cajas y eso le pasó a todo el valle.

También suma las dificultades por lograr mano de obra. Detalla que normalmente trabajan con 180 o 200 personas en el campo en Arica, aunque además tienen otros negocios como venta de insumos agrícolas. “Tenemos un cartel hace dos meses tratando de conseguir más gente. Hay poco interés. Hay gente que viene, dice que vendrá mañana y no aparece; o viene un día y se va. En realidad muchos prefieren vivir de los bonos y cosas que están dando por el Covid. O quieren trabajar sin que les paguen imposiciones para seguir cobrando los bonos y eso no lo podemos hacer”, explica.

Y si bien el gobierno ha señalado que los bonos están estructurados de forma tal que se pueden pedir incluso con empleo, cree que esto en parte no se ha transmitido a nivel de trabajadores. “La opinión general es que van a perder los beneficios si es que trabajan o simplemente la ley del mínimo esfuerzo, si uno va a recibir algo a cambio de nada, para qué trabajar”, afirma.

Efecto pandemia

¿Cómo han sido estos tiempos de pandemia? “En general, el negocio agrícola ha andado bastante bien. Obviamente la gente tiene que seguir comiendo y es lo último que va a dejar de hacer”, dice. De hecho, aprovecharon -por ejemplo- de ampliar una superficie que tenían de pimiento.

Pero sí resiente el impacto en otro de sus negocios, ya que tienen cuatro estacionamientos en Arica que por las cuarentenas se ha visto perjudicado.

Considerando que la región ha tenido problemas de seguridad asociados a la droga, Lombardi dice que se ha mantenido esa preocupación y han habido ajustes de cuentas que terminan con fallecidos.

“Tal vez por las restricciones de movimiento nocturno puede que haya disminuido un poco”, agrega, pero plantea sus dudas de qué irá a pasar cuando se levanten las medidas de cuarentena: “Es un tema latente que siempre existe, porque estamos en la frontera de Perú y Bolivia, que son los puntos de entrada de la droga”.

Un tema ineludible en el agro es la crisis hídrica. “El tema del agua es uno de los más complicados, aparte de la escasez de mano de obra, el agua es fundamental. Puedo cultivar sin suelo (...), pero sin agua no puedo hacer nada y aquí hay una creciente escasez de agua”, enfatiza.

Agrega que llevan años conversando con las autoridades, pero todo queda ahí. Lombardi plantea que una solución sería tener un embalse en el interior: “Ojalá que en algún día se pueda llevar a cabo ese proyecto y lo otro es la osmosis inversa que permitiría desalinizar el agua, que es de muy mala calidad, y darle un uso agrícola”.

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