Contrastes del balance en salud: repunte de las isapres e impacto negativo en las clínicas

El desempeño de las compañías de rubro de la salud en 2020 estuvo marcado por una clara diferencia entre los balances de sus dos principales áreas de negocios ante los efectos que provocó la pandemia.

En el caso del sector asegurador, la caída de 9,4%, en sus gastos por servicios llevó a las isapres a alcanzar utilidades por $82.548 millones, muy superiores a los $9.465 millones de 2019.

Por el contrario, los resultados en el rubro prestador acusaron el impacto de la postergación de los procedimientos no Covid-19, especialmente de las cirugías electivas, y de las atenciones ambulatorias y exámenes.

Tras cerrar 2020 con una baja de 20% en sus resultados consolidados a $ 46.985 millones, en el balance de Empresas Banmédica (que controla las isapres Banmédica y Vida Tres) contrasta el mejor desempeño en su negocio de seguros de salud –cuyo resultado neto pasó de $ 65.708 millones en 2019 a $ 124.251 millones en 2020- con el retroceso en el segmento de Prestadores de Salud y Rescate Móvil, cuyas pérdidas por $ 31.969 millones se comparan con la utilidad por $ 36.264 millones de 2919.

En esta área –que incluye instituciones como las clínicas Santa María, Dávila y Vespucio- fue determinante el menor resultado por $ 85.109 millones “que se explica principalmente por una disminución en la actividad ambulatoria, mayores costos de insumos y gastos de administración debido al impacto por la contingencia Covid-19”, explicó en su análisis razonado.

Un escenario similar enfrentó Bupa Chile. Las ganancias del grupo alcanzaron $ 4.977 millones en 2020 con lo cual volvió a generar utilidades, tras las pérdidas por $ 16.538 millones del ejercicio anterior, repunte que fue producto de “un mejor rendimiento de las actividades propias de la operación, una menor siniestralidad en el segmento asegurador y un mayor resultado no operacional derivado de una menor carga financiera”.

En 2020, los ingresos consolidados de Bupa Chile subieron 1% a $ 973.842 millones por la mayor actividad, tanto en el segmento asegurador (compuesto por Isapre CruzBlanca y Bupa Seguros) –cuya utilidad neta por $34.817 millones se compara con los $ 1.778 millones de 2019- como en el hospitalario. Por el contrario, en el área ambulatoria (donde opera con la red IntegraMédica) tuvo una caída de 19% en los ingresos a $176.804 millones por las cuarentenas.

En el caso de Red Salud –que concentra las instituciones prestadoras ligadas a la CChC- las cifras en rojo por $ 5.264 millones, contrastan con las utilidades por $ 5.796 millones del mismo periodo del año anterior, comparación en la cual el Ebitda disminuyó en 33%.“Esta variación responde principalmente al desempeño financiero del segundo trimestre del año, marcado por el profundo impacto del coronavirus, frente a lo cual se tomaron importantes medidas de control de gastos”, explicó la firma en su análisis razonado, detallando que la venta total disminuyó 4,2%, dentro de la cual el negocio ambulatorio y dental -conformado por más de 40 centros-, registró una baja de 2,7%.

Por su parte, en clínicas se observó un descenso de 6% en la Región Metropolitana y del 5% en regiones.

Una tendencia similar registró Clínica Las Condes, que en 2020 anotó pérdidas por $ 5.812 millones, que se explican principalmente por un retroceso de 6,2% en los ingresos por actividades ordinarias, los cuales fueron compensados parcialmente por una disminución de 1,5% en los costos de venta.

De la suma de estos factores –a los que se agregó un alza de 4,9% en los gastos de administración, principalmente por las indemnizaciones asociadas en su mayoría al plan de retiro voluntario en el tercer trimestre- CLC tuvo un resultado operacional positivo de $ 7.274 millones.