Economía

Berensztein: “En Argentina se viene un año entero de batallas electorales para el oficialismo y todo el país”

El experto considera que la economía marcará el proceso y que un escenario más adverso podría hacer que irrumpan nuevas candidaturas.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Lunes 4 de febrero de 2019 a las 04:00 hrs.
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A dos meses de que la carrera presidencial en Argentina empiece a tomar fuerza con la inscripción formal de los candidatos, la incertidumbre se apodera cada vez más del escenario político y surgen las apuestas por definir quiénes terminarán postulando para ocupar la Casa Rosada.

Las opciones, por ahora, se debaten entre el presidente Mauricio Macri, la exmandataria Cristina Fernández, algunos gobernadores y el exministro de Economía, Roberto Lavagna.

Sin embargo, para el analista político Sergio Berensztein todavía es muy pronto “para poder hacer algún tipo de pronóstico que no sea basado simplemente en impresiones”.

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En entrevista con DF, el director de la encuestadora Berensztein aseguró que se vive un “escenario preelectoral caracterizado por altos niveles de incertidumbre en cuanto a quiénes van a competir, al contexto económico en el que se van a desarrollar las elecciones y en torno a cómo va a reaccionar la opinión pública sobre la polarización”.

- ¿Qué se puede esperar de 2019 en materia electoral?

- Se viene un año entero de batallas electorales para el oficialismo y para toda Argentina, a partir de la renovación de las autoridades provinciales. La elección presidencial se desarrollará en diferentes capítulos, y lo que ocurra en Buenos Aires será de alta tensión y alta visibilidad político electoral.

- ¿Cuáles son los escenarios?

- Si la economía se recupera un poco, seguramente va a favorecer al presidente. Esto desalentaría la elección de otras candidaturas que le den mayor diversidad al juego político y, probablemente, eso haría que finalmente se diese una polarización con el kirchnerismo.

Un escenario económico más complicado generaría estímulos para que irrumpan otras candidaturas y se diera, eventualmente, un proceso más competitivo. La incertidumbre es lo que más domina el terreno preelectoral. Paralelamente, viviremos un desdoblamiento por las elecciones provinciales. Lo que surja de ahí puede influir en el clima electoral nacional.

- Entonces, ¿lo que ocurra en la escena política dependerá de lo económico?

- Va a depender del ciclo económico, pero también de los candidatos y de si surge algún escenario de volatilidad financiera adicional. Argentina es un país tan volátil, con una institucionalidad tan frágil, que un par de meses es demasiado tiempo como para poder hacer algún tipo de pronóstico que no sea basado simplemente en impresiones. Metodológicamente, no hay ninguna manera de tener escenarios electorales contingentes. Debe predominar la cautela.

- Aun así, según lo que arrojan las encuestas, ¿qué ve más probable: la reelección de Macri, el regreso de Cristina Fernández o el surgimiento de una tercera opción?

- Las candidaturas no se van a definir hasta el segundo trimestre. Por ahora, la voluntad ha sido expresa de que Macri quiere competir. Fernández también está dando esas señales, pero no está definida aún. El peronismo está indeciso en llevar un candidato propio surgido de una primaria. Los sondeos que plantean hipótesis o escenarios de un candidato frente a otro tienen validez muy limitada. La sociedad no está pensando en las elecciones.

Dominio económico

- ¿En qué está pensando entonces?

- Por lejos, la mayor preocupación es la situación económica: la inflación, la caída del ingreso, la pérdida de la fuente de trabajo. La economía domina de forma muy clara la preferencia de los ciudadanos en torno a las problemáticas. También está la inseguridad y la corrupción, por el escándalo de los cuadernos de las coimas que se asemeja al caso Lava Jato.

- En medio de este contexto, ¿hacia allá debe ir dirigido el mensaje de los políticos?

- Creo que hay que tener claro que la economía vive su quinta recesión en diez años. Argentina es un país que fracasó económicamente y, por ello, es natural que haya tanto nivel de insatisfacción de los argentinos hacia su clase política. Sorprendería que fuese lo contrario.

- ¿Es más alto el nivel de rechazo que de apoyo a los políticos?

- Todos los políticos, sin excepción, están desgastados: los que tienen responsabilidades y los que están activos en la opinión pública. Indudablemente, los costos de la crisis afectan a todo el espectro político, tanto a los referentes del gobierno como a la oposición. Sin embargo, hay pisos consolidados de apoyo a los principales líderes. Macri tiene casi un tercio de la sociedad que aún tiene buena imagen de él. La expresidenta está alrededor del 30%. El único político que tiene más imagen positiva que negativa es el excandidato presidencial y exministro de Economía, Roberto Lavagna.

- ¿Por qué él es considerado candidato si aún no ha mostrado interés en postular?

- Primero, es el último ministro de Economía que puede mostrar una Argentina en crecimiento, estable, con inflación muy baja y superávit gemelos. Es recordado como un ministro muy eficaz. Como la economía es la principal preocupación, y no hay muchos otros economistas que compitan o que tengan capacidad de pararse en el debate público, surge la figura de Lavagna impulsada por sectores como el peronismo moderado y anti kirchnerista. Además, fue uno de los pocos que denunció tempranamente la corrupción en el gobierno de Néstor Kirchner en 2005. Se suma que es un candidato moderado, instalado en el centro del espectro político en una sociedad tan dividida como la argentina. Eso es un atributo interesante. Y, por último, es una persona que llegaría a la presidencia con 77 años, con un potencial presidencial de un solo mandato. Para los peronistas, Lavagna es lo que los demócratas piensan en EEUU de Joe Biden.

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