Economía

Italia reaviva la batalla populista y se convierte en el nuevo desafío europeo

Exprimer ministro, Matteo Renzi, busca su regreso a la política nacional, pero deja abierta la puerta a alianzas de partidos ultranacionalistas que podrían liderar el gobierno o el parlamento.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Miércoles 31 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

El temor de que se instaurara en Francia un gobierno populista y euroescéptico quedó atrás con el triunfo de Emmanuel Macron, quien devolvió por unas semanas la tranquilidad a Europa. Sin embargo, el exprimer ministro italiano, Matteo Renzi, encendió de nuevo las alarmas al proponer elecciones anticipadas a través de una reforma legislativa que fue respaldada ayer por los principales partidos y que deberá ser promulgada en la primera semana de julio. Así, se elimina la necesidad de esperar hasta comienzos de 2018 para llevar a cabo los comicios.

Para Renzi, ello significaría el regreso a la primera plana tras haber sido derrotado en un referendo constitucional que desembocó en su renuncia en diciembre. A su juicio, ir a las urnas cerca de septiembre –al mismo tiempo que lo hará Alemania– reduciría la incertidumbre y la presión sobre los problemas económicos que atraviesa la nación.

Sin embargo, sus palabras provocaron ayer lo contrario. Los mercados se estremecieron y el país, la tercera economía de la eurozona y una de las más endeudadas y con menor crecimiento, es visto ahora como la siguiente prueba política del sentimiento populista en el bloque.

Guerra de alianzas

La propuesta de Renzi llegó luego de que Silvio Berlusconi, líder del partido Forza Italia de centro derecha, y Beppe Grillo, fundador del populista Movimiento Cinco Estrellas (MS5), también elogiaran el modelo de representación que rige en Alemania y que exige que cada partido obtenga al menos el 5% de los votos para poder obtener escaños.

Y es que, para ellos, ese sistema no es problema porque, según las más recientes encuestas, tienen asegurado un espacio en el legislativo.

Según los sondeos, el gobernante partido Democrático y el MS5 contarían con alrededor del 30% de la cuota de votos, pero al primero le juega en contra la difícil situación económica, los esfuerzos que enfrenta la actual administración por reestructurar su banco más antiguo –Monte dei Paschi– y las fuertes medidas de austeridad que tiene que aplicar para mantenerse en línea con las normas presupuestarias de la Unión Europea.

La lucha vendría por la mayoría. Así, el plato está servido para que una gran coalición de los principales partidos pro-europeos o, por el contrario, que se desencadene el escenario más temido: una alianza euroescéptica entre el M5S y la Liga Norte.

Reacción del mercado

Bajo este panorama, los mercados no han reaccionado bien ante los temores de que la elección desemboque en la suspensión, nuevamente, del parlamento y en más inestabilidad.

Las acciones europeas cayeron ayer y los bonos italianos tuvieron el peor desempeño de Europa.

“Los inversionistas regresaron a las nuevas preocupaciones económicas para la eurozona, centrados en países problemáticos como Grecia e Italia”, dijo el analista de investigación de Accendo Markets, Henry Croft.

Desde el lunes, con las encuestas sugiriendo que es difícil que algún partido logre una mayoría estable, el mercado se remeció y la Bolsa de Milán bajó 2%.

El rendimiento en los títulos italianos a diez años ha subido al menos nueve puntos base a 2,2% –su máximo en dos semanas–, llevando el diferencial con los alemanes hasta los 189 puntos base.

En tanto, el índice de referencia FTSE MIB perdió ayer hasta 0,7%, con los bancos liderando las caídas, aunque logró recuperarse al final de la jornada con un alza de 0,15%.

Inversionistas como BlackRock y Goldman Sachs aseguran que ven a Italia como el nuevo foco de riesgos, mientras que Citigroup ve el diferencial de rendimiento de los papeles alcanzar los 300 puntos base, su punto más alto desde 2013.

“Si se realizaran elecciones con el nuevo sistema, vemos un riesgo no despreciable de que partidos anti-establishment puedan ganar el gobierno”, señaló Fabio Fois, economista de Barclays en Milán.

Decisión final

Hasta el momento, todo queda en manos del presidente italiano, Sergio Mattarella, quien tendrá la última palabra con respecto a disolver el parlamento. Según el diario Corriere della Serra, Mattarella se inclina por mantener al primer ministro Paulo Gentiloni hasta el próximo año en vez de llamar a elecciones anticipadas.

De instaurarse un nuevo gobierno, deberá afrontar la aprobación de un presupuesto con un estimado de US$ 19.000 millones en recortes de gastos o ingresos extra.

Imagen foto_00000002

Lo más leído