Reino Unido expulsa a 23 diplomáticos rusos por ataque a exespía

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, anunció esta mañana que su gobierno expulsará a 23 diplomáticos rusos y suspenderá todos los contactos de alto nivel con el Kremlin, en respuesta al ataque contra un exespía soviético con gas nervioso.

La autoridad acusó al gobierno de Vladimir Putin de un ataque "descriteriado y temerario" contra Sergei Skripal y su hija Yulia. Su gobierno pidió una reunión "urgente" del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el que tanto Londres como Moscú son miembros permanentes.

Skripal, un exagente de inteligencia de Rusia de 66 años, trabajó como espía para el Reino Unido durante más de una década. El 4 de marzo, su cuerpo fue encontrado inconsciente junto a su hija en una banca, en el pueblo británico de Salisbury.

El lunes, el gobierno de May había impuesto un plazo a Moscú para ofrecer explicaciones sobre la situación del exagente. El Kremlin ha negado estar involucrado y rechazó el ultimátum.

La premier británica manifestó hoy que "su respuesta ha demostrado un completo desdén por la gravedad de estos eventos". También anunció que su país explorará sanciones por violaciones a los Derechos Humanos y congelará los activos rusos en los casos en que sea posible.

Tras las declaraciones de May, el embajador de Rusia en Londres, Alexander Yakovenko, dijo a periodistas que "lo que ha hecho el gobierno británico es absolutamente inaceptable y lo consideramos una provocación".

En un comunicado, la OTAN manifestó su "profunda preocupación" ante "el primer uso ofensivo de un agente nervioso en territorio aliado desde la fundación" del organismo.