Trabajadores reciben 30% de los ingresos por patentes en empresas innovadoras

Cuando una empresa innova y registra una patente, debe decidir qué hace con los recursos que recibe por ella. Y, según un estudio publicado en noviembre, el promedio que se destina a mejorar los salarios de los trabajadores es bajo y su distribución es desigual.

El ejercicio de los profesores Patrick Kline de la Universidad de California, Berkley; Heidi Williams, del Massachussetts Institute of Technology; Owen Zidar de Princeton y Nevania Petkova, investigadora del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, mostró que las firmas innovadoras que registran su primera patente destinan cerca de 30% de los nuevos ingresos a mejorar los salarios y, de ello, la mayor parte llega a funcionarios que tienen sueldos más altos.

“Hay evidencia creciente de que las empresas tienen un rol importante en la desigualdad de salarios”, explica Zidar a DF.

Mientras estudios anteriores se han enfocado en empresas más grandes y no en un shock tan específico como el registro de una patente, éste muestra “que los shocks pueden ser un determinante importante de los salarios incluso en empresas pequeñas”, señala el académico. Agrega que el foco en las patentes “es una buena manera de observar shocks importantes y específicos”.

Distribuyendo ingresos

El estudio se enfocó en compañías innovadoras con un promedio de 45 trabajadores y que viven por primera vez el proceso de registrar una patente, por lo que la aceptación o el rechazo de la misma tiene más consecuencias para la compañía.

Los investigadores analizaron datos de la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de EEUU (Uspto, su sigla en inglés) y los registros tributarios del Tesoro, todo ello correspondiente al período entre 2001 y 2011. A base de esos datos, compararon las compañías cuyas solicitudes de registro fueron aceptadas con aquellas que tuvieron un rechazo inicial.

El análisis determinó que los trabajadores presentes desde el año en que se postuló a la patente recibieron casi el doble de las mejoras salariales que el resto. Los beneficios, además, se concentraron en personas de mayores salarios y hombres.

“Creemos que eso refleja la captura de rentas por trabajadores senior que son más caros de reemplazar”, comenta Zidar. Sobre las diferencias de género, teoriza que “una posible explicación es que hombres y mujeres tienen distribuciones diferentes de ofertas externas (...) Otra explicación podría ser que el costo marginal de reemplazar hombres podría exceder en promedio el de mujeres”.

En Chile, comenta el profesor Rodrigo Wagner, de Unegocios de la Universidad de Chile, “todo va a depender del poder de negociación de los empleados o de cuán escasos sean. Los empleados que son clave para la innovación (o para comercializar la innovación) tienen un conocimiento que los vuelve difíciles de reemplazar”.

La posición de Chile

El profesor Zidar señala que ha crecido el interés académico en estudiar grandes empresas que operan en contextos de monopsonio, es decir, en sectores en que hay un único comprador que puede influir en el precio. Su estudio, dice, sugiere que “otros canales, además del poder de monopsonio, pueden ser importantes para la transmisión de shocks en las empresas”.

El ejercicio, señala, podría replicarse en Chile, ya que existen los datos administrativos que vinculen a las firmas con sus trabajadores.

Wagner manifiesta que los resultados no son “algo extraño para Chile, aunque no lo miraría en las patentes, porque tenemos poca actividad de ese tipo, al menos de innovaciones hechas acá (...) La gran mayoría de las patentes en Chile son de empresas que desarrollaron su investigación y su producto en otro lado y lo quieren vender acá. Nosotros gastamos poco en investigación y desarrollo (I+D), menos de lo que se esperaría por nuestro nivel de ingreso”.

No obstante, asegura, “el destino que las empresas le den a los ingresos extra va a depender de sus circunstancias. Algunas, que no tengan que invertir en comercialización y no tengan otros proyectos, simplemente sacan la plata de la empresa. Otras, en cambio, la van a usar para hacer más I+D, que generará futuros medicamentos, por ejemplo”.

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