BCE mantiene las tasas, pero da señales de que pronto habrá acciones de estímulo

“Las perspectivas son peores y peores”. Así respondió el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en la conferencia de prensa realizada ayer tras el encuentro del directorio de la entidad en Frankfurt, Alemania.

Y es que, tal como se esperaba, el BCE dio señales de que está atento a las débiles cifras económicas de la zona euro y está listo para inyectar más estímulo; una de las últimas movidas de Draghi a la cabeza de la institución, antes de darle paso a su sucesora y exdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Al cierre de la reunión de política monetaria, las autoridades del banco decidieron no recortar las tasas de interés, pero pidieron al equipo de expertos que prepare opciones para desplegar más estímulos.

“El consejo gobernador ha entregado a los comités relevantes de la zona euro la tarea de examinar alternativas, incluyendo formas de reforzar su guía a futuro sobre las tasas de interés, medidas de mitigación, como el diseño de un sistema de estímulos escalonados para remuneraciones de reservas”, dijo el ente en un comunicado.

En el texto, el organismo indicó además que evaluaría “el tamaño y la composición de una potencial compra adicional de nuevos activos”, lo que significa que no van a esperar a ver cómo evoluciona la economía de aquí a la próxima reunión.

El documento también afirmó que espera que los costos de los préstamos se mantengan en los niveles actuales “o más bajos” hasta al menos el primer semestre de 2020, abriendo la puerta a una reducción en la tasa de depósito, usada como referencia, desde su mínimo récord actual de -0,4% desde 2013. Ese recorte -de una décima, según analistas- podría aplicarse durante el encuentro del 12 de septiembre.

El BCE está “claramente preparando un paquete de expansión monetaria en septiembre”, afirmó Jacqui Douglas, macroestratega jefe para Europa de TD Securities.

Riesgos a la baja

En la conferencia de prensa posterior a la reunión, Draghi advirtió que “los riesgos en el panorama económico de la zona euro se mantienen con sesgo a la baja”.

“La presencia prolongada de incertidumbres relacionadas con factores geopolíticos, la creciente amenaza de protección y vulnerabilidades en mercados emergentes está disminuyendo la confianza, especialmente en el sector manufacturero”, expresó.

Agregó que es poco probable que la economía del bloque se recupere en el segundo semestre. “Las señales entrantes muestran debilidad de crecimiento en el tercer trimestre también, así es que este rebote se vuelve menos probable ahora”, afirmó.

Alemania sin repunte

De la mano de lo pesimista que se mostró el BCE en sus proyecciones, uno de los mayores motores de la economía europea no logra convencer al mercado.

El Instituto de Investigaciones Económicas de Alemania (IFO, su sigla en alemán) reveló que la confianza empresarial del país cayó más de lo previsto en julio.

La encuesta, liberada ayer y que consultó a casi 7 mil empresas, concluyó que el indicador retrocedió de 97,4 puntos en junio a 95,7 al mes en curso. Esto se contrapone con lo que pronosticaban los analistas, ya que a pesar de que esperaban una baja, ésta fue mayor a las 97,1 unidades previstas.

El resultado posiciona a la nación germana en su nivel de confianza más bajo desde abril de 2013, cuando alcanzó 95,4 puntos.

Desde febrero de este año, el índice sólo ha registrado caídas, a excepción de marzo cuando marcó 99,6 puntos; una cifra superior a la proyección de 98,7 unidades.

Esto, además, se suma a la recesión en el sector manufacturero alemán que empeoró en julio, con la evolución de los productores de bienes al nivel más bajo en siete años.

Según una encuesta difundida el martes, el Índice de Gerentes de Compras (PMI, su sigla en inglés) compuesto de IHS Markit, que analiza los sectores manufacturero y de servicios -que en conjunto representan más de dos tercios de la economía- cayó en su lectura provisional a 51,4 puntos, desde los 52,6 del mes anterior, pero por encima de la marca de 50 que separa el crecimiento de la desaceleración.

Lo anterior -sumado a una peor lectura a lo previsto para Francia para el mismo mes-, arrastró al conjunto de la zona euro.