Boris Johnson: “La versión británica de Trump” está cada vez más cerca de convertirse en el sucesor de May

Lo aman o lo odian. No hay un punto medio en la relación que tienen los ingleses con el exalcalde de Londres y actualmente el parlamentario favorito de los conservadores para suceder a la primera ministra Theresa May, Boris Johnson.

El nombre del político, periodista e historiador británico está sonando cada vez más fuerte para comandar el Partido Conservador y así llegar a Downing Street, tras la renuncia de May por no llegar a acuerdo con su propuesta para el Brexit, y esto claramente ha levantado cuestionamientos sobre su inminente gestión desde sus detractores dentro de la misma colectividad.

David y Goliat

La selección del nombre de Jeremy Hunt como opción dentro de la papeleta fue la sorpresa tras el desarrollo de la primera fase de primarias dentro del Partido Conservador.

Y esto debido a que el actual ministro de Relaciones Exteriores “ha sido criticado por mantener la ambigüedad y tibieza” de May, tildándolo hasta de ser una “Theresa May con pantalones”, según El País.

En la quinta –y última- votación de los diputados Tory, Hunt obtuvo 77 votos frente a la aplastante ventaja de Johnson, con 160 sufragios a su favor.

En el referéndum de 2016, hizo campaña por la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, igual que la exprimera ministra, y aboga por que el Brexit constituye el único modo de salvar a un Partido Conservador en vías de extinción.

“No era el favorito, pero en política las sorpresas ocurren, como ha pasado hoy”, dijo Hunt tras conocer el resultado de la votación de los diputados del partido y que lo convertiría en competidor para la carrera hacia el mayor cargo del Reino Unido.

“Demostraré a mi partido cómo podemos hacer efectivo el Brexit y evitar unas elecciones; cómo impulsaremos nuestra economía y lograremos que nuestro país vuelva a caminar con orgullo por el mundo”, enfatizó el actual ministro.

Eso sí, en un debate organizado por la BBC la semana pasada, Hunt endureció su postura y puso el 30 de septiembre como fecha límite para que haya acuerdo. Si no, dará por canceladas las negociaciones y el Brexit se llevará a cabo sin acuerdo el 31 de octubre, lo que lo alinea con Johnson.

Con o sin acuerdo

Y es que la política que ha promovido Johnson a favor del Brexit, desde un principio, ha sido bastante más agresiva que la postura original de su contendor.

“Hacerlo o morir” fue la frase que utilizó Johnson, en entrevista con el medio británico TalkRadio, para ratificar su compromiso de que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea con o sin acuerdo. De todos modos, esto iría en línea con el pensamiento de los miembros de su partido, ya que una encuesta reveló que la mayoría de los Tories –como se le denomina a los adeptos y miembros del Partido Conservador- quieren que el Brexit se complete, incluso aunque eso significara un quiebre del Reino Unido, daño significativo a la economía o la destrucción del mismo Partido Conservador, consignó Financial Times.

“Boris es Boris”

En el Reino Unido, la frase “Boris es Boris” se acuñó casi como un refrán, según CNN. Y es que Johnson es un político conocido por tener salidas poco “decorosas” y ha estado ligado a más de un escándalo. De hecho, la personalidad impredecible de Johnson alineó a los diputados que votaron por Hunt.

Precisamente, los episodios controvertidos son los que han levantado dudas sobre si el candidato tiene o no lo que se necesita para realizar una buena gestión, más teniendo la discusión del Brexit como tarea principal.

El más reciente fue la llegada de la policía de Londres a la casa que Johnson comparte con su pareja, Carrie Symonds, luego de que los vecinos reportaran gritos como “¡suéltame!” y “¡sal de mi departamento!” a las autoridades, informó The Guardian.

El posible primer ministro no se ha referido al tema. “No hablo de temas que involucren a mi familia y seres queridos, y hay una muy buena razón para eso. Y es que si lo haces, los arrastras hacia cosas que no son justas para ellos”, dijo Johnson en entrevista con BBC.

Otra de las controversias del parlamentario son sus dichos poco concretos sobre su postura respecto del uso de drogas, ya que además de referirse a ellas en tono de broma, en 2008 confesó que consumió marihuana y cocaína.

“Bueno, eso fue cuando tenía 19 años. Todo apunta a que aveces es mejor no decir nada. Estoy profundamente en desacuerdo con el uso de drogas. No quiero que mis hijos consuman drogas”, dijo a la revista Marie Claire el mismo año. Pero “a pesar del solitario e inconcluyente evento que ocurrió en la universidad cuando tenía 19, creo que las drogas son malas”, reconoció recientemente en entrevista con la radio LBC.